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EL CORRESPONSAL

Una árbitro de futbol canaria librera y astróloga, se hizo famosa

Una árbitro de futbol canaria librera y astróloga, se hizo famosa

URUGUAY, CANELONES, Pando (www.elcorresponsal.com.uy) Leonor Goia es oriunda de Pando, (Canelones) y en 1978 fue la primera juez de fútbol del mundo. Vive la mitad del año en Estados Unidos y la otra mitad en Montevideo, deonde creó una cadena de librerías.

Comenzó vendiendo libros "con dos tablas y cuatro bloques" y hoy sus seis hijos manejan una cadena de librerías. Vive la mitad del año en Montevideo y la otra mitad en Kansas City, EE.UU. Es uruguaya y fue la primera jueza de fútbol del mundo.

Leonor Goia McGrath es, ante todo, un verdadero fenómeno. Oriunda de Pando, comenzó allí vendiendo libros en la terminal de ómnibus, para luego encargarse de un modesto almacén. Lentamente, los negocios comenzaron a progresar, al punto que llegó a tener ocho locales abiertos de forma simultánea, ente carnicerías, tiendas y supermercados. Pero otros dos aspectos fueron, desde siempre, muy importantes en su vida: el misticismo y el deporte. Su madre y su abuela nacieron en Montenegro (país del sudeste de Europa) y de ellas heredó cualidades "diferentes" para observar a las personas.

Su padre, Domingo Mario Goia, fue un reconocido jugador y director técnico en Pando, que también militó en las filas de Miramar Misiones.

Leonora atribuye a su progenitor la pasión por el deporte, al que continúa vinculada, con 63 años, como entrenadora de fútbol de un grupo de jovencitas en una iglesia de Kansas City.

Estudió varias disciplinas a lo largo de su vida y ya a los 14 años era profesora de guitarra y acordeón piano. Sin embargo, su nombre será recordado por haber sido la primera referí del mundo, la mujer que venció los prejuicios y demostró que podía superar a un hombre en una cancha de fútbol.

También fue la primera jueza de fútbol latina en Estados Unidos, recibida y reconocida por la FIFA para actuar en el área de Kansas y Missouri. "Yo tenía en el alma esto de hacer deportes desde los 10 años, pero antes era tan chiquitita que no llegaba ni a la red. Mis profesoras, Milagros y Nené (que estuvieron más de 30 años trabajando), me llevaron a todos los campeonatos que había en Salto, en las Piedras, en Canelones. Y fui campeona de carreras de 100 y 200 metros durante cerca de 10 años, también en carrera con obstáculos", recuerda Goia.

"Con ellas también fuimos a competir a Argentina, porque en Montevideo la cosa era muy difícil para la gente del interior, nos invitaban a venir como cada cuatro años. También fuimos campeonas en Argentina con el grupo liceal de Pando", agrega.

Amante de los deportes en general, el fútbol fue siempre su pasión. "Allá por 1967-1970 termino el liceo. Siempre estaba con ganas de jugar al fútbol, pero no me dejaban hacerlo en cuadros masculinos. En la zona donde yo vivía no había liga de mujeres y eso recién se estaba iniciando en Montevideo, en el Club Nacional. También me mandaron buscar del Olimpia, porque yo muchas veces había competido con ellos y les habíamos ganado los campeonatos. También jugaba al basquetbol y al voleibol, pero siempre a nivel amateur. Uno de los entrenadores que decía que no me podía dejar jugar al fútbol me dijo: `Por qué no te hacés juez? Por lo menos así estarías dentro de la cancha`", recuerda.

"No había ninguna mujer que fuera juez. También me había ido a anotar a la Pista de Atletismo para ser entrenadora y me dijeron que era mujer y que tenía que tener experiencia como futbolista más allá de lo amateur, que tenía que haber estado en una liga. En Pando no había una liga, estaba el cuadro que había formado mi padre", añade Goia.

Un día le dijeron que el profesor Rodolfo Yanes iría a Pando, que iniciaría un curso para árbitros. "Hice el examen técnico y el físico, éramos como 40 y saqué el puntaje más alto. El profesor dijo: `bueno, ahora vamos a dar la prueba en la cancha`. Cuando me tocó a mí, elogió mucho cómo me paraba en el juego, que es algo que yo critico de muchos jueces de hoy", señaló.

La pelota comenzó a rodar, aunque con dificultades.

"En 1978 empecé a hacer de referí, pero después tuve problemas con la Junta de Jueces. Saqué el puntaje más alto, había pasado el test de Cooper, todas las pruebas y la psicológica (además había estudiado dos años de Psicología), pero le daban preferencia a gente que había dado el curso tres veces y que no lo había salvado. Me mandaban a los peores partidos, a los más peligrosos, como para que no fuera más. Pero con los cuadros era al revés: querían que yo fuera porque atraía a más gente, porque era una novedad. No sentí nunca que me gritaran "loca, andate a lavar los platos`. Si lo hacían, no me enteraba, estaba concentrada en el partido y en el respeto que hay que tener", recuerda.

"Me lo tenían que dar por derecho propio, así que les dije que iba a llamar un abogado, porque estaban usando jueces que no eran recibidos y con reportes en contra. Ese domingo arbitré en primera", rememora con una sonrisa en el rostro.

MAGIA.

"Desde los 15 años me sale natural adivinarle cosas a la gente", asegura Leonor Goia.

"Yo quería estudiar más sobre el tema de la magia; compraba libros de todos lados, pero quería ver más afuera. Pensaba ir a Estados Unidos o a Europa, en busca de centros herméticos, donde uno pudiera estudiar un conocimiento que no fuera tan simple, algo que utilizara la razón", declara.

Así comenzó su peregrinaje, dejando atrás a su familia y varios negocios exitosos, para desembarcar primero en Nueva York. "Cuando me fui a Estados Unidos ayudé a mis hijos a poner sus librerías. Y quedó una panadería en Atlántida y otra en Piriápolis", recuerda.

La cadena está integrada por 6 locales de "Outlet Libros" y "Los Libros", aunque sus hijos tienen también otros negocios conexos.

La dificultad de estudiar y costearse la universidad en Nueva York, junto con algunos crímenes que por ese entonces ocurrían en el Central Park, la llevaron a buscar nuevos rumbos. Llegó a Miami tras un mes de andar por distintas ciudades. "Me empleé en un hotel vendiendo tiques de Disney y me daban un lugar para vivir. Se vendían como agua y yo salía a buscar clientes a la vereda de enfrente, donde había otro hotel. Ganaba muy bien con las comisiones. Después, alquilé una casa y me asusté porque un día encontré un cocodrilo enorme atrás. Al otro día salgo por el frente y había otro cocodrilo", rememora.

"Una mañana en la playa vi que había un hombre con un megáfono y un helicóptero sobrevolando muy cerca de los bañistas. Era porque había tiburones. Presentía que iba a pasar algo y ahí dije: no va más, me voy", señala Goia.

El final del camino sería Kansas, una ciudad que siempre le había intrigado por "las novelas de cowboys". Allí tiene un consultorio de parapsicología y una librería. Y conoció a su actual marido, un comediante 15 años menor que ella.

"El consultorio está del lado de Missouri, donde está permitido lo de las artes mágicas, porque en Kansas no lo está. En Kansas trabajo en la radio y tengo mi librería, la primera latina de la ciudad", enumera.

Además, Goia escribe una columna en el diario "Dos Mundos" de Kansas, que se distribuye entre la comunidad latina. Y tiene un segmento de consejos para parejas y horóscopos en el programa "La gran D" de Univisión, el canal que transmite a Don Francisco.

ASÍ LO REFLEJÓ EL PAÍS EN JULIO DE 1979

El diario El País entrevistó a la primera mujer árbitro (entonces Leonor Graciela Goia de Radakovich) en su edición del 26 de julio de 1979. "Tiene 28 años, tres hijos y ejerce en la cancha una autoridad que nada tiene que envidiar a sus más encumbrados colegas", señalaba en un avance de la nota publicado en primera plana.

Leonor Goia vive siete meses en Estados Unidos y cinco en Uruguay. Entre las múltiples actividades que desarrolla en Kansas City (tiene un consultorio, una librería, un segmento en TV y otro en radio), entrena a un equipo de jóvenes mujeres de la Iglesia Luterana.

¡Tomó la mamadera hasta los 15 años!

A los 14 años, Leonor Goia ya era profesora de música y tenía 30 niños como alumnos de guitarra y acordeón piano. Pero curiosamente, frente a esa "madurez", hasta los 15 años tomó mamadera.

"Todos mis hijos tomaron mamadera hasta que terminaron la escuela. Yo quería tener diez hijos, pero tuve seis", anota.

Sin dudas, la vida de la primera referí ha sido diferente a la de muchas mujeres de su generación nacidas en un poblado. En 1979 un equipo completo de la BBC de Londres vino a Uruguay a entrevistarla, con intenciones de grabarla arbitrando un partido clásico entre Nacional y Peñarol. El encuentro no se pudo concretar porque Nacional estaba jugando en Paraguay y los carboneros de pretemporada.

Las cámaras terminarían por registrarla en uno encuentro en la cancha de Salus, entre el local y la selección policial. También la cadena CNN, la revista Siete Días, medios de Venezuela, España, Australia y Portugal se ocuparon entonces de la primera mujer árbitro.

Con respecto a la espiritualidad, Goia tiene una postura claramente definida. "Esos lugares que te ofrecen por igual curaciones y venganza no sirven para nada, esas personas no saben nada. La persona que está con Dios, la virgen y los ángeles no puede estar haciendo una venganza. Hay que cambiar a la persona para que ella piense cómo arreglarse, sacarse ese odio y esa bronca. La venganza lo único que hace es traerle dolor y amargura a la persona", asegura. (de EL PAIS/ CIUDADES/SEGUNDA SECCION/ 14/02/2013/ Página 1)

3 comentarios

Andrés López Reilly -

Albérico: esta nota fue hecha por mí. Debería figurar mi nombre como autor. Saludos, Andrés López Reilly

LEONOR GOIA MC GRATH -

MUCHAS GRACIAS SR. ALBERICO POR PONER EN EL CORRESPONSAL DE CANELONES, UNA PARTE DE MI HISTORIA DESDE KANSAS CITY KANSAS, U.S.A. ESTOY A SUS ORDENES, VUELVO EN NOVIEMBRE PARA URUGUAY, A LA CIUDAD DE PANDO. TIENE MI EMAIL SI DESEA ESCRIBIRME.

Roque -

Buenas,impecable informe y muy refrescante poder conocer por este medio mujeres que reclaman por derecho universal su lugar.
Fuerza ,Arriba y Adelante.
Gracias