Carlos Molinari: ¿quien de ustedes se sacará la foto conmigo?
URUGUAY, CANELONES, Pando, (www.elcorresponsal.com.uy) Carlos Molinari: el empresario argentino del Parque Industrial de Pando acusado por Justicia Argentina. Carlos Molinari, el empresario que quiso comprar Pluna ahora tiene ramificaciones judiciales en Uruguay. Indagan a interesado en Pluna por ruta del dinero sucio de la administracion Kirchner. (ver mas informacion aqui programa de Lanata)
Molinari, que ofreció a Mujica US$ 145 millones para reflotar Pluna, proyectó la construcción del Parque Industrial de Pando y la instalación de una fábrica de viviendas, es indagado por lavado en la causa del dinero K.
El empresario argentino se reunió con Mujica y le planteó la posibilidad de instalar una aerolínea.
Molinari esta vinculado al kirchnerismo, se hizo conocido en Uruguay en 2012 cuando se presentó ante el Pit-Cnt y el presidente José Mujica con una oferta millonaria para quedarse con los seis aviones de Pluna que no habían sido subastados. Luego echó raíces e instaló su negocio de viviendas prefabricadas en Canelones.
Ahora es uno de los indagados en la causa que en Argentina investiga la ruta del dinero K y que, según uno de los implicados procesado, involucró a Uruguay a través de sociedades anónimas y la llegada de dinero en efectivo.
Millonario.
El 11 de octubre de 2012 Molinari ingresó a la Torre Ejecutiva y se entrevistó con Mujica. Allí le presentó una tentadora oferta -que horas antes había oficializado ante el Pit-Cnt en su sede sindical- para comprar los seis aviones de Pluna que no habían sido subastados, hacerse cargo de una parte de las deudas y tener "rápidamente" una aerolínea operativa. También aclaró que disponía de US$ 145 millones para participar de la subasta de los aviones que finalmente adquirió Cosmo pero "no llegó a tiempo".
Su plan de negocios era a diez años y también incluía el alquiler de un AirBus 320. El negocio no prosperó. Sin embargo, Molinari no se fue de Uruguay y el 12 de diciembre de 2012 participó de la inauguración del Parque Industrial de Pando junto al prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa y el intendente de Canelones, Marcos Carámbula. Allí se anunció que Molinari, a través de su empresa MFM Global, se encargaría de la obra estructural del Parque Industrial promovido por la intendencia canaria.
En su página web, MFM explica: "Estaremos acompañando el proyecto del Parque Industrial Pando ubicado en el departamento de Canelones a través del desarrollo de la infraestructura necesaria para su funcionamiento. Serán 40 hectáreas a desarrollar haciendo énfasis en el bajo impacto ambiental".
Pero además, Molinari anunció allí la instalación de MFM Global en Uruguay para la construcción de viviendas prefabricadas de interés social. Molinari posee un sistema constructivo no tradicional y su proyecto apuntaba a comenzar la producción este año para satisfacer la demanda de viviendas de interés social y exportar a Brasil. En su momento, Molinari negoció la incorporación de su sistema constructivo al Plan de Vivienda Sindical del Pit-Cnt, e inició la tramitación del Documento de Aptitud Técnica que otorga la Facultad de Arquitectura.
Ayer, el juez federal argentino Sebastián Casanello decidió citar a declarar a Molinari en calidad de indagado en el marco de la causa que investiga maniobras de lavado de activos de empresarios y dirigentes K, caso que tiene su conexión en Uruguay y que está siendo investigada por la jueza especializada en crimen organizado Adriana de los Santos.
En la causa a cargo del juez Casanello, ya fueron imputados en 2013 el empresario Lázaro Báez (que era amigo personal y socio del extinto expresidente argentino Néstor Kirchner) y los financistas Leonardo Fariña y Federico Elaskar.
Fariña (exmarido de la modelo Karina Jelinek) en otra indagatoria, fue procesado con prisión la semana pasada por el delito de evasión tributaria agravada e insolvencia fiscal fraudulenta, por una maniobra detectada a través de la compra de un campo valuado en US$ 4 millones en la provincia argentina de Mendoza.
Fariña, cuando en su momento declaró ante el juez Casanello, dijo que trabajaba para Molinari y que éste, incluso, pagó la fiesta de su casamiento en abril de 2011.
Elaskar y Fariña admitieron el año pasado en el programa del periodista Jorge Lanata que llevaron a cambio maniobras para transferir a Suiza cerca de 55 millones de euros provenientes de maniobras de corrupción vinculadas a contratos de obra pública del gobierno argentino que había sido otorgados a la empresa de Báez.
En Uruguay, se investiga si parte de ese dinero se utilizó para comprar el campo El Entrevero, en José Ignacio, por US$ 14 millones.
El boleto de reserva del predio de 150 hectáreas se firmó en diciembre de 2010 y la escritura definitiva de la propiedad a nombre de la sociedad anónima Jumey (que preside Daniel Pérez Gadín, contador de las empresas de Báez) se realizó en agosto de 2011. La investigación en Uruguay, a cargo de la jueza De los Santos y el fiscal Juan Gómez, está a la espera de información que debe enviar la Justicia argentina y también del avance de la causa en Buenos Aires, ya que en Argentina se produjo el eventual delito precedente que se requiere para que exista un ilícito de lavado de activos.
En setiembre del año pasado, en el marco de la causa que investiga la ruta del dinero K, el juez federal Sebastián Casanello allanó la firma Rei Fiduciaria, del empresario Carlos Molinari. Se trata del ejecutivo para quien Leonardo Fariña dijo que trabajó y la empresa a través de la cual éste justificó sus ingresos y su nivel de vida, por los que está acusado de lavado de dinero, según informó La Nación.
El magistrado realizó el procedimiento para confirmar o desestimar las afirmaciones de Fariña. Cuando fue indagado, éste aseguró que su nivel de vida provenía del dinero que le facilitaba Molinari y no de los negocios que realizó para Lázaro Báez, como afirmó en un principio y luego se desdijo. Casanello secuestró con efectivos de la Gendarmería documentación y computadoras de la empresa dedicada a proyectos inmobiliarios.
Fariña declaró que en Rei Fiduciaria cobraba 70.000 pesos y la compañía le pagaba los autos que manejaba, los viajes en avión y hasta la fiesta de casamiento con la modelo Karina Jelinek, de quien se encuentra separado. Así, buscó justificar su tren de vida, objetado por la Unidad de Información Financiera (UIF) mediante reportes de operaciones sospechosas (ROS) que daban cuenta de movimientos económicos que no podría justificar, según La Nación. (Publicado por El Pais)
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