¿Fiestas? ...¿que fiestas?
CANELONES (3999) El Uruguay no tiene religión oficial. Es un estado laico. Argentina por ejemplo tiene religion oficial: cristiana católica.
En el Uruguay cada persona tiene la libertad de mirar el almanaque -donde dice 25 de diciembre "dia de la familia" o puede inspirarse en el mensaje de Navidad de la Iglesia Católica en la palabra del Obispo de Canelones, Monseñor Alberto Sanguinetti Montero. (ver mensajes de los demas obispos)
Monseñor Sanguinetti dirigiendose a todos los habitantes de Canelones, pone un poco de luz en este caos llamado, "las fiestas".
¿Como se entiende que se le llama Las Fiestas a 2 cosas completamente diferentes?
Una cosa es la celebracion cristina del nacimiento de Jesus, lider religioso de esa colectividad religiosa y una fecha calendario como es el fin de año? No tiene nada que ver entre si. No son Las Fiestas. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
El mensaje de Monseñor Sanguinetti obispo de Canelones fue titulado "Gracia y paz en esta Navidad".
Con solo el titulo esta anunciando como debe ser la celebración para los cristianos y para los que no lo son: es un dia para dar gracias a Dios, por su hijo Jesucristo, y de paz para los no catolicos. Esos que si miran el calendario veran que dice "dia de la familia", segun lo impuso el gobierno colorado de los años 50 en Uruguay.
Monseñor Sanguinetti, exhorta "a cada cristiano a que, fiel a la gracia de su bautismo, reconozca su dignidad de hijo de Dios, y se abra al don que nos ofrece Jesús. Acojamos su perdón, procuremos llevar una vida sobria, honrada y religiosa, amémonos los unos a los otros y queramos conocer y querer más al Señor que se nos ha manifestado"
No dice nada de tirar cohetes, ni hacer comilonas. Deja a los demas en libertad de hacer lo que quieran pero los cristianos, no deberian dejar que sus familias convirtieran esta celebracion cristiana en una bacanal orgiastica y una locura de explosiones primitivas, que nada significan.
El prelado catolico canario señala que "la Navidad nos invita a confiar en la verdad de la existencia humana. En primer lugar a creer que, con la ayuda de Dios, es posible vivir el orden moral y que es valioso cumplir con las obligaciones éticas en la vida personal y colectiva. Es una invitación a apreciar nuestra vida por lo que realmente vale"
La conmemoración del nacimiento de Jesús, la fiesta más universal de Occidente, se celebró por primera vez el 25 de diciembre de 336 en Roma, pero hasta el siglo V, la Iglesia de Oriente siguió conmemorando el nacimiento y el bautismo del niño Dios de los cristianos el 6 de enero.
El nombre de la fiesta Navidad, proviene del latín nativitas, nativitatis ’nacimiento’, ’generación’.
En siglos posteriores, las diócesis orientales fueron adoptando el 25 de diciembre y fueron dejando el 6 de enero para recordar el bautismo de Cristo, con excepción de la Iglesia armenia, que hasta hoy conmemora la Navidad en esa fecha de enero.
No se conoce con certeza la razón por la cual se eligió el 25 de diciembre para celebrar la fiesta navideña, pero los estudiosos consideran probable que los cristianos de aquella época se hubieran propuesto reemplazar con la Navidad la fiesta pagana conocida como natalis solis invicti (festival del nacimiento del sol invicto), que correspondía al solsticio de invierno en el hemisferio norte, a partir del cual empieza a aumentar la duración de los días y el sol sube cada día más alto por encima del horizonte.
Una vez que la Iglesia oriental instituyó el 25 de diciembre para la Navidad, el bautismo de Jesús empezó a festejarse en Oriente el 6 de enero, pero en Roma esa fecha fue escogida para celebrar la llegada a Belén de los Reyes Magos, con sus regalos de oro, incienso y mirra.
A lo largo de los siglos, las costumbres tradicionales vinculadas a la Navidad se desarrollaron a partir de múltiples fuentes. En esas tradiciones, tuvo considerable influencia el hecho de que la celebración coincidiera con las fechas de antiquísimos ritos paganos de origen agrícola que tenían lugar al comienzo del invierno.
Así, la Navidad acogió elementos de la tradición latina de la Saturnalia, el intercambio de regalos, que los romanos celebraban el 17 de diciembre en homenaje a Saturno.
Y no hay que olvidar que el 25 de diciembre era también la fiesta del dios persa de la luz, Mitra, respetado por Diocleciano, y que había inspirado a griegos y romanos a adorar a Febo y a Apolo.
En el Año Nuevo, los romanos decoraban sus casas con luces y hojas de vegetales, y daban regalos a los niños y a los pobres, en un clima que hoy llamaríamos navideño y, a pesar de que el año romano comenzaba en marzo, estas costumbres también fueron incorporadas a la festividad cristiana.
Por otra parte, con la llegada de los invasores teutónicos a la Galia, a Inglaterra y a Europa Central, ritos germánicos se mezclaron con las costumbres celtas y fueron adoptados en parte por los cristianos, con lo que la Navidad se tornó desde muy temprano -debido a ellos- en una fiesta donde hay comida y bebida abundante, con fuegos, luces y árboles decorados.
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el minuano -