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EL CORRESPONSAL

La exitosa policía comunitaria ¿no es invento canario?

La exitosa policía comunitaria ¿no es invento canario?

URUGUAY, CANELONES, (www.elcorresponsal.com.uy) La Policía Comunitaria busca cambiar la imagen y aumentar el papel social de los uniformados llegando a lugares "prohibidos", aunque hay resistencia interna. Actualmente hay 605 policías comunitarios en todo el país.

La Policía Comunitaria se inició en Florida y actualmente tiene presencia en los 19 departamentos del Uruguay, con Canelones como el proyecto más constante a nivel nacional, ya que se trabaja de forma ininterrumpida desde el año 2000.

La Policía Comunitaria uruguaya intenta modificar el paradigma y la estrategia para combatir el delito. Su enfoque no se centra en el delito en sí, sino en intentar prevenirlo mediante el trabajo con la población y en estudiar lo que sucede con las víctimas, los agresores y los lugares donde suceden los crímenes.

Ese cuerpo policial, integrado por 605 uniformados, busca cambiar también la forma en la que la población ve a la Policía, eliminando el concepto de que reprime y "da palo", por lo que actúan de forma diferente a la Policía "tradicional".

El enfoque de la Policía Comunitaria es el de no reprimir, ni solamente investigar los crímenes una vez que suceden, sino que se busca trabajar en problemas sociales y generar confianza con la gente, "construir seguridad", como lo definen ellos mismos.

Su trabajo apunta a la prevención y a la actuación con el objetivo de lograr la cooperación de la población. "La Policía sola no puede", afirma Sergio Guarteche, director nacional de la Policía Comunitaria. Y, si bien reconoce que no se puede eliminar totalmente el delito -sería "un milagro", afirma- la colaboración con los vecinos ayuda. De hecho, según Guarteche, la mayoría de los delitos se resuelve con la información que aportan los vecinos, lo que refuerza la idea de que la Policía debe mostrarse cercana. Se busca que cada barrio, que cada lugar, tenga un policía como referencia, que lo conozca y sepa que puede acudir a él.

Estas acciones apuntan, según Guarteche, a "romper el círculo vicioso" de la Policía tradicional, donde los agentes "esperaban en la comisaría tomando mate" a que alguien trajera la denuncia. La Policía Comunitaria, en cambio, busca participar activamente de la sociedad, otorgando herramientas a la población para que esta pueda colaborar mejor con la autoridad, y también intentando conocer de primera mano los problemas de cada barrio o ciudad para poder combatirlos mejor.

Esta familiaridad con los policías permite el acceso a barrios a los que la Policía no entra. Guarteche cuenta lo que sucedió cuando asumió un nuevo comisario en la seccional 12a. El comisario decidió entrar al barrio Marconi con "la pesada" y fueron expulsados a balazos y pedradas. A los pocos días el encargado de la Policía Comunitaria de la seccional invitó al comisario a acompañarlo al barrio, donde entraron sin problemas y realizaron actividades con los niños del lugar.

Situaciones similares suceden en barrios como Cuarenta Semanas o Santa Catalina, donde en noviembre de 2013 un miembro de la Guardia Republicana mató a un joven, tras lo cual se realizaron protestas en contra de la Policía.

Actualmente la Policía no entra al barrio a excepción de la Comunitaria, aunque Guarteche reconoce que no pueden actuar con toda la fuerza necesaria, sobre todo por la baja cantidad de efectivos con los que cuentan (apenas dos). El objetivo es instalar una base en la zona para poder profundizar el trabajo.

Resistencia interna

En algunos lugares, y con particular fuerza en Montevideo, hay resistencia de parte de la propia Policía para la implementación y desarrollo de esta forma de trabajo, porque la Policía Comunitaria permite a los agentes de bajo rango tomar la iniciativa, algo que no todos los comisarios ven con buenos ojos, considerando la verticalidad y el "conservadurismo" en la forma de trabajo de la institución y la importancia que le asignan a las cadenas de mando.

A pesar de esto, desde el Ministerio del Interior se intenta reforzar y ampliar el accionar de la Policía Comunitaria, aunque, aclaran, sin dejar de prestarle importancia a la Policía tradicional.

El objetivo es fortalecer, mantener y respetar el abordaje comunitario del combate contra el delito, aunque sin perder de vista que son policías y que están sujetos a las mismas normativas, por lo que mantienen las mismas obligaciones que los policías tradicionales.

Guarteche asegura que no quiere que se instalen más comisarías, sino que se profundice el trabajo comunitario, la seguridad ciudadana y la relación entre la Policía y la población. A pesar de que reconocen que aún falta mucho por hacer, como, por ejemplo, la aprobación del reglamento de la Policía Comunitaria, hay convencimiento en el modelo y en el enfoque que se tiene para la prevención del delito.

(Producción: Nicolás Tabárez)

Cifras

70%
Denuncias. El 70% de las denuncias que llegan a las comisarías no son por delitos, sino por problemas entre vecinos, los que la Policía Comunitaria intenta resolver

605
Comunitarios. Es la cantidad de efectivos con los que cuenta la Policía Comunitaria en todo el país


Reconocimiento regional

Según el director nacional de la Policía Comunitaria, Sergio Guarteche, el modelo uruguayo fue reconocido como el "adecuado" para actuar en la región, tras la participación en el encuentro regional de Policía Comunitaria


Oficina central

En setiembre de 2012 abrió la oficina ministerial de coordinación a nivel nacional. La repartición supervisa lo que sucede en cada departamento, donde las oficinas técnicas de cada jefatura seleccionan a los integrantes de la Policía Comunitaria


"No quiero más comisarías"

Sergio Guarteche le dijo al ministro de Interior, Eduardo Bonomi, que "no quiere más comisarías", sino profundizar el trabajo de la Policía Comunitaria para reforzar la seguridad ciudadana.


Llegan adonde los otros no pueden

Soluciones Creativas
El sargento Daniel Molina, el primer policía comunitario reconocido por el Ministerio del Interior, y quien actualmente trabaja como asesor en la oficina central del cuerpo, destaca que el 70% de las denuncias que llegan a las comisarías son producto de problemas entre vecinos o de situaciones que en sí no son delitos, pero que pueden desembocar en ellos. La Policía Comunitaria intenta resolver estos casos como parte de su tarea de prevención. Molina planteó ejemplos que han solucionado, como una disputa por un lugar de estacionamiento, o por un grupo de jóvenes que andaban en skates en la ciudad de Las Piedras y molestaban a los vecinos. La Policía Comunitaria decidió solucionar el problema construyendo una pista de skate donde los jóvenes pudieran realizar sus actividades.

Vínculo con los niños
Uno de los objetivos de la Policía Comunitaria es el de generar un buen vínculo con los niños. Además de realizar charlas y jornadas de trabajo en escuelas y liceos, se han realizado tareas puntuales por parte de miembros de la Policía Comunitaria que aprovechan sus conocimientos o habilidades para realizar diversas actividades como talleres de artesanías, bandas de música, e incluso, como sucedió en Pintadito, en el departamento de Artigas, dirigir equipos de baby fútbol.

Espacios públicos
La Policía Comunitaria ha trabajado en la recuperación de espacios públicos mediante la limpieza de predios y la instalación de juegos para niños, también han ordenado el derrumbe de edificios abandonados donde se refugiaban delincuentes o se escondían objetos robados. En el marco de una colaboración con los gobiernos municipales, han realizado tareas de asesoramiento en la instalación de iluminación en lugares donde se podrían cometer crímenes.

Colaboraciones
La Policía Comunitaria realiza trabajos conjuntos con diversos entes y organismos públicos, por ejemplo ANTEL, de la cual obtiene tecnología que ayuda en sus tareas, o con el BPS, realizando jornadas de capacitación para jubilados. También se realizan trabajos junto a la Facultad de Psicología, que colabora en la elaboración de perfiles y enseña a los policías en el abordaje con el que deben trabajar.

Formación en seguridad
Las escuelas de seguridad organizadas por la Policía Comunitaria tienen como objetivo "derribar mitos" del trabajo policial. En ellas se explica el funcionamiento de la Policía Nacional, la actuación ante situaciones de emergencia, nociones básicas de Derecho, sobre todo con respecto en cuanto a legítima defensa y porte de armas, y se enseñan formas de prevenir la realización de delitos. Quienes completan el curso reciben un diploma como promotores de seguridad y pueden colaborar con la Policía Comunitaria.


La formación de los policías comunitarios

La participación de un agente de policía en la Comunitaria es voluntaria y se debe cumplir con un perfil específico para poder ser parte de ella. "Todo policía debe ser amable, bien hablado y educado, pero el policía comunitario tiene que tener empatía", afirma Horacio Díaz, encargado de la capacitación de la Policía Comunitaria. Además de las competencias habituales de los agentes, los policías comunitarios realizan una capacitación específica, para lo que participan en diversos cursos, algunos incluso de los cuales se dictan en el extranjero, siendo Israel un destino frecuente. A su vez, los policías comunitarios reciben capacitación en lenguaje de señas o de escritura en Braille para ser capaces de atender a personas con discapacidades. Se busca que puedan abarcar distintas áreas para ampliar su participación en la sociedad. (EL OBSERVADOR/ TEMA DEL DIA/ 19/05/2014/ Página 2)

2 comentarios

COLO -

MAS ALLÁ DE SABER COMO VIENE LA NOTA AVECE HAY QUE DECIR LAS COSA COMO SON PORQUE MAS HALLA QUE CUARTECHE SEA EL DIRECTOR DE LA POLICÍA COMUNITARIA POR ALGUNAS RAZONES QUE SABEMOS EL ÚNICO Y PIONERO ES SARGENTO MOLINA LE GUSTE O NO MAS HALLA DE LAS DISCREPANCIAS PERO CUANDO HAY QUE RECONOCER A UN PERSONAL SUB ALTERNO SE OLVIDA POR VENIR DE PERSONAL DE MAS ABAJO ES LAMENTABLE

Gonzalo Vidal Estevez -

¿Quien es el máximo jerarca de esta Policía, exceptuando al Ministro del Interior?