URUGUAY, CANELONES, Santa Rosa (www.elcorresponsal.com.uy) El "hijo adoptivo" de Canelones, Luis Lacalle Pou, recorre la zona metropolitana y el santoral.
’Yo soy hijo adoptivo de Canelones. Lo que he sido como político se lo debo a Canelones", dijo Luis Lacalle Pou en Santa Rosa, en el centro del llamado "santoral" canario.
Frente a un puñado de militantes locales y muy cerca de una placa que recuerda el último discurso público de Wilson Ferreira en la plaza de Santa Rosa, el hijo pródigo blanco inició ayer un trayecto de su zigzaguente gira, que también incluyó un acto en la ciudad de Canelones y el cierre de jornada en un acto en Durazno.
Elegido diputado desde las elecciones de 1999 por Canelones, para Lacalle Pou recorrerlo es "estar en casa". Esa es una de las explicaciones para que un domingo a escasos 11 días del final de la campaña, el candidato haya decidido visitar junto a Jorge Larrañaga este pueblo de 3.700 habitantes, donde desde 2009 el Partido Nacional vota bien y por eso se alzó con la alcaldía.
En diálogo El Observador, la alcaldesa Gretel Ferrari recordó que en las municipales de 2010 el Partido Nacional obtuvo, redondeando, "1.500 votos, el Frente tuvo 1.000 y los colorados 400".
Y lo mismo sucedió en muchos municipios de esa zona, que abastece al resto del país en productos de granja y de huerta.
¿Por debajo o por encima?
Pero que el PN vote bien en el santoral no es nuevo. Cuando en 2004 el Frente arrasó en Canelones, el santoral, tradicionalmente colorado, se volcó a votar a los blancos, que también han ganado en Tala, en Montes, San Ramón, San Jacinto y Migues, entre otros.
En octubre de 2004 el PN obtuvo cinco diputados por Canelones, entre ellos Lacalle Pou. Cinco años después, el PN votó peor y perdió un diputado.
Según los actuales legisladores blancos canarios Alberto Perdomo y Amin Niffouri, el PN en Canelones vota en cada elección entre 2% y 3% por debajo de la media nacional. Esa es la cifra "mágica" que los blancos buscan revertir el próximo 26 de octubre.
Lacalle Pou llamó la atención sobre un proceso que en su opinión se está produciendo en la zona metropolitana de Canelones.
"Hay un nuevo fenómeno: el Partido Nacional ha recuperado el voto de opinión", dijo el presidenciable a El Observador.
"Mi olfato me dice que en todas las zonas metropolitanas vamos a votar mejor", agregó.
De todos modos, resaltó que para algunas mediciones de población y opinión, ya no es más Canelones el llamado "departamento testigo", sino que ese mote se trasladó a Maldonado.
Niffouri es de la misma opinión. "Notamos que estamos creciendo en lugares donde el Frente Amplio nos ganó en proporción de 4 a 1 en las elecciones pasadas, como Pando, Las Piedras, La Paz y Ciudad de la Costa", dijo.
Por su parte, Perdomo hizo un análisis cuantitativo y a la vez cualitativo. Recordó que en estas elecciones Canelones tiene 380 mil habilitados para votar, de los que en sus cálculos votará el 90%, "o sea unos 340 mil", dijo.
Destacó las diferencias entre los tres ejes que tiene el departamento en las rutas 5, 8 e Interbalnearia. "Si partiéramos Canelones a la mitad, el PN vota en la parte norte vota como el resto del país, pero en la parte sur hasta ahora vota mal. Creo que esto es lo que va a cambiar esta vez", dijo Perdomo.
Descontar la ventaja
Más allá de todas estas impresiones, desde 2004 el FA obtiene sólidas ventajas en Canelones, tanto en las nacionales como en las presidenciales.
A modo de ejemplo, en octubre de 2009 el FA obtuvo unos 165 mil votos, contra 90 mil blancos y unos 45 mil colorados, que luego de las intendencias ganadas de Tabaré Hackenbruch se han mantenido como tercera fuerza departamental, en un feudo que supo ser colorado rabioso.
Para este nuevo contexto, los blancos no creen que puedan ganar en Canelones, que tendrá de nuevo una victoria del FA, pero sí están convencidos de que se puede producir un cambio en las proporciones de votantes que los beneficie.
Un "nuevo Canelones"
"Canelones está tan cerca de Montevideo y tan lejos de Dios en cuanto a servicios", dijo Lacalle Pou en el transcurso del acto, para fraseando al presidente mexicano Porfirio Díaz.
El presidenciable habló del surgimiento de una nuevo Canelones, donde se mezcla la logística de alto nivel con la agricultura extensiva y la granja, y por tanto necesita un apoyo en infraestructura por encima del resto del país.
Cuando se inauguraba como diputado, recordó una terrible tormenta en 2000, que produjo una gran crisis en el sector granjero. "Hoy se está produciendo una gran transformación que hay que cuidar", dijo Lacalle.
También dentro del conjunto de recuerdos, sacó de la galera uno de 1998, cuando comenzaba la carrera política de Lacalle Pou en Canelones. En ese entonces una militante de Santa Rosa le había regalado el gajo de un jazmín en un pequeña maceta.
La señora en cuestión estaba sentada ayer junto a la tarima donde habló la fórmula, con una boina con la foto de Lacalle Pou. Según contó el candidato, aquel brote de jazmín está hoy en la casa de su padre. "Cada vez que florece me acuerdo de Santa Rosa", dijo el candidato un instante antes del aplauso de la gente.
A 30 metros de la tarima donde decía su discurso una enorme bandera negra con la rostro del Che Guevara en un puesto del FA lo contemplaba con seriedad.
Cansancio físico, pero no anímico
Luis Lacalle Pou habló en Santa Rosa con una sonrisa en la cara pero con visibles muestras de cansancio. Es que el sábado había sido muy intenso para la fórmula blanca. Luego de la larga caravana por Montevideo, Lacalle y Larrañaga se tomaron un avión hasta Rivera para realizar el acto de cierre en ese departamento. Volvieron a Montevideo de madrugada y durmieron muy poco. Ayer de mañana, el mate y el agua los ayudó. "Tenemos caras de cansados, pero el cansancio es físico, no es anímico", dijo Lacalle en el acto realizado en la plaza de la ciudad canaria. (En base a EL OBSERVADOR/ ACTUALIDAD/ 13/10/2014/ Página 6)
