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EL CORRESPONSAL

Asi ven los jerarcas de la IMC las inundaciones en Canelones

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Luis Barrios -

La lluvia es una cosa y el drenaje de pluviales es otra. La IMC debe operar sobre el segundo tema que es el que realmente causa malestar y perjuicio a los residentes, en este caso, de Ciudad de la Costa. Se entiende que la IMC tenga un plan a largo plazo pero no se entiende que no tome medidas urgentes mientras la larga espera por las obras no llega.
Es totalmente inadecuada y financieramente inaceptable la estrategia de obras de los responsables de Gestión Ambiental y de Obras consistente en rellenar y redistribuir material en nuestras calles sin antes hundir la pala para abrir cunetas. Yo he parado a los operadores de las máquinas que están haciendo el inútil trabajo que les encomiendan y reiteradamente les he pedido que en vez de usar su tiempo, las máquinas y el combustible para escarbar un poco y redistribuir el material, atiendan la apertura de las cunetas. La respuesta es insólitamente siempre la misma. Siguen órdenes. “No se puede hacer cuneta si los vecinos no ponen caños en la entrada de sus casas”. ESTO ES INDIGNANTE. Equivale a tratar con respeto y consideración al mal vecino y literalmente defecarse en el buen vecino. La vereda, la calle y las cunetas son patrimonio público y buena plata nos cobran por su acondicionamiento. ÚSENLA COMO SE DEBE y no la despilfarren causando malestar. El vecino que destruye cunetas en perjuicio de la inmensa mayoría que las limpia y las preserva colocando y manteniendo sus caños no merece la consideración que sí nos debe la IMC a los otros, los que procedemos como se debe en beneficio de todos. ¿Es tan difícil de entender esto para el Señor Herou y la Sra. Echeverry? No sigan contribuyendo al malestar público y destruyendo más la dañada credibilidad en las autoridades del sistema político, QUE ESO ES LO QUE ESTÁN HACIENDO. ACCIÓN URGENTE EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD DE BUENOS VECINOS YA. Verán como los demás entienden que se les ha retirado la protección que ustedes les están otorgando en mal uso de su autoridad conferida para representar el interés público.