'Las personas en situación de calle no son personas del Mides'
URUGUAY, CANELONES (www.elcorresponsal.com.uy) El Mides no quiere ser el único responsable de las personas en situación de calle y reclama mayor participación de otros ministerios en la prevención.
Decir personas sin techo o en situación de calle, que viven a la intemperie o que no tienen vivienda remite, a nivel institucional, a un solo lugar: el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Los profesionales que trabajan allí conocen de memoria a muchos de los habitantes de las calles, y sin embargo, no quieren ser los únicos responsables de esta problemática.
"Las personas en situación de calle no son personas del Mides, y si ese fuera el diagnóstico, el problema sería irresoluble", dice Mayra Aldama, directora de Protección Integral en Situaciones de Vulneración de ese ministerio. "No puede ser que se configure una población Mides", insiste. Porque, aunque quisiera, el Mides no podría solucionar el problema solo.
Preguntar en el gobierno más allá del Mides por la población en situación de calle es motivo de sorpresa, incredulidad, y genera muchas interrogantes, más aún si se habla de prevención. "Ese es un tema del Mides", redirigen algunos voceros. El tema no es prioritario en su agenda. También están aquellos que reconocen que se está haciendo mucho pero que hay mucho más por hacer. Lo que falta, concluye la mayoría, es coordinación.
Por esta razón es que, en el marco del Consejo Nacional de Políticas Sociales, hace tres semanas el Mides convocó a una mesa interinstitucional para la que invitó a los ministerios de Vivienda, Trabajo, Interior, Defensa, a ASSE, a la Intendencia de Montevideo y al BPS. Con esta reunión ?"la primera luego de dos años?" se pretende empezar a articular mejor todas las soluciones que el Estado puede dar a la gente en situación de calle. En esa instancia se planteó la necesidad de pensar cómo evitar que se llegue a lo que Aldama llama "la caja negra": ese lugar al que van las personas cuando todas las ayudas previas fallaron.
Asistencia en red.
"Para que una persona llegue a la calle tiene que haber una combinatoria de muchas cosas y eso debe ser atendido de forma previa. La mecánica que produce la situación de calle sigue teniendo vigencia", apunta Aldama. Consumo problemático de drogas, falta de ingresos para sostener una vivienda, desempleo, trastornos psiquiátricos, pérdida de lazos familiares y falta de cobertura social son algunos de los problemas que se combinan para que una persona termine viviendo en la calle.
También inciden los problemas de salud. Las patologías psiquiátricas se juntan con infecciones, enfermedades crónicas y otras debilidades que vienen de años de lejanía con el sistema sanitario, explica el adjunto a la presidencia de ASSE, Daniel Márquez. "Hay casos que no entran en ningún protocolo ni casillero", dice Márquez, quien fue designado como interlocutor entre ASSE y el Mides para tratar el tema. Cuando se suma un intento de autoeliminación, con diabetes, depresión y VIH, es difícil encontrar un solo protocolo que aplique al caso particular, de "extrema complejidad". En ese sentido Márquez adelantó que se está programando una respuesta que se anunciará "a la brevedad" y que forma parte del trabajo de ASSE para mejorar el acceso a los servicios de salud de poblaciones que lo tienen limitado, un objetivo de la actual administración.
Aldama destaca que se necesita acompañamiento para las personas en situación de calle con problemas de drogas y que, en ocasiones, las personas que sufren patologías psiquiátricas pueden tener problemas de convivencia en los centros de asistencia del Mides.
Sin techo ni salud.
Considerando que la mayoría de los indigentes son usuarios de ASSE, ¿cuál es el rol del organismo a la hora de prevenir? La pregunta es difícil de responder, y no solo para el prestador de salud estatal, sino para todas las instituciones involucradas. Para Márquez, tiene que ver con la "articulación entre las diferentes instituciones, y en particular con el abordaje de la salud mental y el consumo problemático de sustancias, atención a enfermedades crónicas, la búsqueda de apoyos familiares y comunitarios".
En ese sentido, destaca que hay un grupo de psiquiatras que recorre los centros de atención del Mides y que pueden derivarlos a casas de medio camino o colonias. En lo que refiere a consumo problemático, Márquez resalta el Portal Amarillo, centro de referencia del sistema de salud público para los casos de consumo de drogas.
Además, agrega que hay 833 centros de ASSE en todo el país con médicos de familia ?"en Montevideo, por ejemplo, hay 120 de estos médicos, y en Canelones hay 50?" que deben cumplir parte de su horario semanal en trabajo "en territorio". Esto implica visitas, recorridas y coordinación con centros comunitarios, CAIF, Mides e instituciones educativas. "El desarrollo de ese primer nivel es prioridad para ASSE", enfatiza.
El problema fundamental de las personas en situación de calle es que en su mayoría no solo rompieron vínculos con sus familiares, sino que además carecen de una red social que les de contención, dice Lucía Etcheverry, directora Nacional de Vivienda, del Ministerio de Vivienda (Mvotma). Etcheverry opina que es el Estado el que debe garantizar esas redes y que es a través de la coordinación entre organismos que se logra.
"No es que estaban pagando el alquiler y de repente no pudieron. Seguramente hay problemas de salud mental o consumo problemático que impiden sostener los vínculos", sostiene.
El Mvotma trabaja junto con el Mides en varias áreas y de forma sistemática, explica Etcheverry. Uno de sus mecanismos de apoyo tienen que ver con las garantías institucionales para el alquiler de vivienda que se les dan a personas cuya situación no les permite acceder a una. Varios de sus inmuebles son utilizados por ONG como refugios, casas de medio camino o viviendas acompañadas.
De hecho, el Mides tiene en marcha un programa con el que otorga vivienda a mujeres con niños y planea lanzar un plan piloto de vivienda acompañada este año. El tema es que al otorgar una vivienda, explica Etcheverry, es que la persona debe mostrar previamente que es capaz de mantenerse de forma independiente en ella.
En su tesis de maestría en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, del año 2013, la socióloga Fiorella Ciapessoni analiza los recorridos de quienes asisten a los refugios del Mides. Ciapessoni destacó la "falta de protección" del mercado laboral, que lleva a la intermitencia entre un empleo y otro. Por lo general, define, son trabajos poco calificados, temporales y de escaso salario.
Desde el Ministerio de Trabajo indican que no hay una política específica dirigida a este sector de la población y que no está previsto tenerla, así como tampoco hay un interlocutor definido con el Mides por este tema. Por otro lado, apuntan que tanto en el Centro Público de Empleo como en el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional hay dos vías de asistencia en lo que refiere a obtención de empleo y formación.
En los próximos meses el Mides realizará un censo en el que podrá identificar, por primera vez desde 2011, cuántas personas viven en la calle y cuáles son las situaciones existentes. Mientras se realizarán mas reuniones de coordinación, en las que se definirá la agenda para atacar las causas del problema y qué parte corresponde a cada institución. (Producción: Tomer Urwicz).
¿Hay más gente durmiendo en la calle?
En los últimos meses, los funcionarios del Mides notaron un crecimiento de la población de calle, sobre todo en la franja costera de Montevideo. Esta percepción se podría explicar por un corrimiento de las personas de una zona a otra, por la temporada o por otros factores que no se tienen en cuenta. Por eso el ministerio está diseñando un censo para este año ?"el último es de 2011?", que le permitirá contar con información actualizada. Hoy hay 47 centros con capacidad para 1.545 personas y un 90% de ocupación. (MARIANA CASTIÑEIRAS /EL PAIS/ CIUDADES/SEGUNDA SECCION/ 16/04/2016/ Página 1)
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