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EL CORRESPONSAL

Los secretos de la historia de Canelones



Lic. Uruguay R. Vega Castillos (*) La historia del período  colonial de la ciudad de Canelones, tal cual la conocemos presenta espacios aún desatendidos por la historiografía regional. En este sentido en este trabajo procuraremos rescatar nombres y y ocupaciones que contribuyeron a construir la historia con su trabajo cotidiano, silencioso y sacrificado.
Traemos a colación dos profesiones que hicieron a la mejor historia.

1) Sacerdotes. En la Villa de Nuestra Señora de Guadalupe la atención religiosa de los fieles así como la aproximación al quehacer de la población, tuvo en el clero un factor importante para coadyuvar con el desarrollo  de la comunidad como tal.

“Dado  que aún no existe una “Historia Eclesiástica del Uruguay” y que por diversos motivos en los manuales de historia patria, nada o poco se dice del clero o de la religión del pueblo oriental, intento poner en escena histórica a estos personajes que incidieron muchísimo en nuestra Historia Nacional.

No podemos mirar hacia aquellas épocas con la mentalidad actual, materialista, secularista, el historiador, el investigador, debe hacer el esfuerzo intelectual, aunque sea ateo y materialista, de aceptar y comprender  aquellos hombres. No podemos ignorar que era una época esencialmente religiosa, cristiana, católica y sólo en esta clave, en esta tónica los podemos conocer. Incluso para conocer historia patria, se debe llegar a conocer la terminología eclesiástica, la organización de la iglesia y sus principales creencias y prácticas.
Los clérigos eran muchos y estaban presentes en todos los niveles y en todos los niveles y en todos los sectores de la vida ciudadana y cultural. La Fe Católica “coloreaba” toda la vida nacional e inspiraba la casi totalidad de los acontecimientos. La Iglesia Católica, como institución estaba relacionada, integrada con todas las instituciones de la época hispana e incluso del Estado Oriental del Uruguay…”

(Presbítero Luis María Astigarraga; “El Clero  de 1800 en la Banda Oriental”, “Introducción”) Fray Esteban Porcel de Peralta. Dice al respecto el Presbítero Luis Astigarraga en la obra que se ha citado: “Era un fraile mercedario, es decir, de la Orden de la Merced y como misionero lo vemos por muchas parroquias de la Banda Oriental.

En el año 1770 se presenta para el Diaconado y el 17/I/1771 para el presbiterado. Su primera actuación como sacerdote lo encontramos en la Matriz de Montevideo donde bautiza el 18/XI/1776 Libro III de Bautismos de la Matriz, folio 147 v.  Luego lo encontramos en Canelones (“Ntra.Sra. de Guadalupe”) como teniente de cura desde agosto  de 1780 hasta junio de 1784. En ése interín fue a hacer un bautismo, por lo menos, en “El Colla” (Rosario Oriental) en el año 1783. Estando en éste destino fomenta la devoción a la Virgen  del Luján, otorgando autorización al seglar Juan Ventura Díaz, para que como mayordomo recoja limosnas y difunda la devoción.

Desde Canelones inicia el Oratorio de “San Ramón”. Pasó luego  al Convento de Buenos Aires en 1785 atendiendo como teniente cura  la Capilla de Ntra. Sra. Del Camino en Morón,(Bs. As.) ya en 1788 figura en dicho Convento  con el título de “Predicador” y en 1792 como Maestro  de Novicios y ocasionalmente como Notario siendo “Procurador de la Orden” el 4/2/1793 se presenta ante la Junta de Temporalidades de Santa Fe para pedir el colegio que allí habían tenido los jesuitas y que entonces estaba sin utilidad. Por él ofrecía el Colegio que la Orden poseía en Santa Fe para dedicarlo a escuela primaria u hospital pñublico, pero el cura de Santa Fe, desconforme, pasa informe negativo a dicha Junta y por él insiste con otro informe.

Sigue siendo Procurador General en 1798 cuando pide licencia para pasar a Montevideo a solicitar al Gobernador la entrega de un terreno que se había dispuesto para instalar allí una nueva fundación mercedaria, un “Hospicio” (no Convento). El tema se hace peleagudo por eso lo vemos insistir el 27/II/1800 y el 10/II/1802 en compañía  del Padre Fr. Arrieta pasa a Montevideo para fundar a dicho “Hospicio” pero habían de fracasar  en su intento. Para esta fecha, Fray Esteban ya era “Definidor de Provincia”.
(Presbítero  Luis Astigarraga; op.cit. documento Nº 6, páginas 24-25)

León Porcel de Peralta
Aparece como Teniente Cura de Canelones en el período 12/I/1780 a 7/IX/1891. Cumpliendo además de sus funciones, atendía primero la Capilla del Pintado y posteriormente a su elevación a Vice – parroquia.

Se ve que nucho lo estimaba el pueblo de “El Pintado” pòrque cuando en 1809 aparece el famoso doctor Figueredo muy bien apadrinado desde Buenos Aires y con el título de Párroco propietario, todos hacen causa común con Porcel resistiéndose a la entrega del nueva curato. Todo fue en vano tuvieron que aceptar la decisión superior.

Don León fue muy artiguista, porque es uno de los que felicita al gobierno de Buenos Aires por decretar el alejamiento del prepotente Sarratea del Sitio de Montevideo. Muy estimado en su nuevo cargo en Canelones, los fieles lo consideran su líder, pues es elegido para representarlos en el Congreso de Capilla Maciel, donde, de los 25 congresales, cinco eran sacerdotes. De vuelta del Congreso el les lee a sus electores las actas suscritas y les pregunta si ha actuado a beneplácito de ellos, quienes a su vez lo aprueban ardientemente.

También figura Porcel haciendo colectas a favor de los ejércitos de la Patria.

Era solo cura interino de Canelones hasta que entrega los libros parroquiales al nuevo cura, Gomensoro, el 29/i/1815. Pasaría luego a ser Párroco en Morón (Bs.As.) por el año 1825 y Parroco de la Merced (bs.As.) en 1835 donde bautizó aun nieta del viejo amigo “canario” Carlos Anaya.”
(Astigarraga, op. cit. página 25)
El Presbítero Manuel Anselmo Acevedo  fue Teniente Cura en Canelones durante el período diciembre 1801 hata el mes de febrero de 1806.
Por su parte el Presbítero Juan Manuel Morilla fue Teniente Cura de Canelones en el período 1784 a 1786.
Fray José Rizzo O.P. fue Teniente Cura y luego Cura Interino en la Iglesia de
Nuestra Señora de Guadalupe durante un primer período que va desde el 9/II/18971 al 7/VII/1812 y un segundo período que va desde el 13/IX/1812  hasta el 29/I/1815.

2) Funcionario
Hurgando  distintos materiales ubicamos un artículo del fallecido Dr. Juan Villegas S.J. quien en la Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Tomo XVIII, correspondiente al año 2002, publicó un artículo titulado ”El Correo en la Banda Oriental en 1801”. A través del mismo se explicitan los resultados de una investigación practicada en el Archivo General de Indias de Sevilla. Por dicho estudio nos enteramos que en Canelones existía una oficina de Correos. En el año 1801 el responsable de la misma era Juan Porcel de Peralta. Dice el Doctor Juan Villegas S.J.:

“La posición de Canelones sugiere preguntas al estudio de su oficina  de correo. Su correo será terrestre y presumiblemente vinculado a Montevideo y ocupando un lugar estratégico en la ruta a través de San Juan Bautista a Santa Kucía hacia el litoral de la Banda Oriental y hacia el Norte.”

(Dr. Juan Villegas S.J., artículo citado, Revista del I.H. y G. del U., Tomo XXVIII, página 158).

Juan Porcel de Peralta pasa a residir primero en Montevideo y luego se traslada a Buenos Aires. Lamentablemente no estamos en condiciones de confirmar si su cambio de lugar de residencia se relaciona con el servicio postal.. Tampoco se conoce mucha información sobre las actividades en tierras canarias. En este sentido el Historiador Aníbal Barrios Pintos ubica una propiedad de Porcel de Peralta. Dice al respecto:

“En un documento del Ayuntamiento de Canelones de fecha  24 de noviembre de 1826, se recuerda que en el ejido se hallaban también dos propiedades de dos cuadras de tierras vendidas por Leonarda conget, cuyas ventas fueron respetadas en tiempo de la fundación jurídica de la Villa: eran las que poseía en la época Bartolo Arias con horno de ladrillos y la que había servido para desarrollar igual actividad por Juan Porcel de Peralta.”

(Aníbal Barrios Pintos; “Canelones su proyección en la Historia Nacional”  Tomo I, página 149).

Por su parte el Profesor Juan E. Pivel Devoto, en la monumental investigación titulada “Colección de Documentos para la Historia Económica y Financiera de la República Oriental del Uruguay “ Tomo Primero Tierras 1734 – 1810 menciona en reiteradas oportunidades a Juan Porcel de Peralta haciendo diversos negocios de compra venta de terrenos.
Clausuramos este artículo que intenta aproximarnos  un poco más a la rica historia del solar canario.

(*)Lic. Uruguay R. Vega Castillos
Miembro del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay
Académico correspondiente de la Real Academia de la Historia de España
Montevideo - Uruguay



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