Claudia Rosas: tenemos caballos con nombre de personas
CANELONES, URUGUAY, Progreso (www.elcorresponsal.com.uy) En el departamento de Canelones, en la zona de Progreso, hay un lugar donde nacieron y se criaron personajes de la talla de Frida Khalo, Eliot Ness, Emiliano Zapata, Ingrid Bergman, Franco Nero, Eisenhower, Farrah Fawcet, Dalai Lama, Isaac Newton, Hernandarias, Descartes y hasta el propio Homero Simpson. Incluso Facebook nació allí.
Se trata del "Haras Cuatro Piedras", lugar donde se crían caballos Pura Sangre, caballos de carrera que nacieron y se criaron para ser deportistas y que luego se los puede ver participando de competencias turfísticas en los mejores hipódromos del Uruguay, pero también del exterior, como Brasil, Argentina, Estados Unidos y hasta Oriente Medio.
En este 6 de Enero, jornada marcada por la actividad que se desarrollará en el Hipódromo Nacional de Maroñas, donde se llevará a cabo una nueva edición del Gran Premio José Pedro Ramírez, En Perspectiva dialogó con una de las encargadas de este establecimiento, que tiene como misión traer al mundo a los verdaderos protagonistas de este deporte: los pura sangre.
Según expresó la arquitecta Claudia Rosas, propietaria del "Haras Cuatro Piedras", la tarea que allí desarrollan "es apasionante" porque "se trabaja en familia y con amigos".
Desde que comenzaron con este emprendimiento "nos pusimos la meta de estar en la vanguardia de la genética, el modelo de crianza, el pedigree de yeguas, etc. El objetivo se cumplió y logramos acortar los años y pudimos competir con el resto del mundo".
Actualmente, además de tener clientes en Uruguay "exportamos a Emiratos Árabes, a Chile y a Brasil, competimos y desafiamos el modelo para profesionalizarlo más y seguir creciendo", dijo Rosas, al tiempo que agregó: "Somos una familia que vibramos con esto y trabajamos con un grupo de amigos a los cuales esta actividad nos mueve y mucho".
Interrogada sobre la elección de los nombres de cada uno de estos caballos, Rosas explicó: "Se eligen y salen porque los clientes mandan sus listas antes de la temporada de partos para ser tenidos en cuenta y los empleados también aportamos. El mismo día que el potrillo nace ya se le adjudica nombre".
"A cada generación, según el año que nace, se le asigna nombre por letra, el orden se sigue alfabéticamente y no tiene fin. Al momento de llegar a la Z pasamos otra vez a la letra A", agregó.
Rosas indico que "cada nombre se elige y se chequea que esté autorizado a ser usado. Aún no se pagan derechos de autor" pero "en el caso de algunos nombres de personas vivas se puede llegar a vetar la elección".
El trabajo anual del Haras "está dividido en dos períodos. Uno es la preparación para el remate donde el caballo se encierra y luego la etapa de partos donde se precisan infraestructuras diferentes. El
caballo se vende con un año y medio de vida".
En ese año y medio, "si bien nosotros no entrenamos, nuestro manejo es muy personalizado" lo cual hace que "el potrillo, cuando es entregado, tenga parte de la doma realizada".
"A los potrillos se los alimenta dos veces por día, cada caballo come en su comedero, el empleado los toca, los amansa y cuando llega el momento de la venta el animal está semi-amansado".
Si bien hay características, como la velocidad, que se hereda, al momento de adquirir un caballo el comprador "no tiene asegurado que ese va a ser el ganador", explicó Rosas. El que se lo lleva "lo elige por pedigree, por los padres que tiene, por la línea materna, etc. Se fija en probabilidades pero sin certezas" dado que un caballo "es comprar esperanza, un sueño, una pasión", sentenció.
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