Enfocar policias...no pueden
URUGUAY, CANELONES CAPITAL (www.elcorresponsal.com.uy) En el año 2003 hubo un motín en la cárcel de Canelones. En ese motín los reclusos decidieron hablar con la prensa para hacer sus reclamos.
En ese entonces, Andrea Villaverde era periodista de la radio El Espectador y un legislador le pasó el teléfono de uno de los presos. Villaverde lo llamó y el interno salió al aire por esa emisora.
Dos años después ese mismo recluso llamó por teléfono a la periodista para decirle que la cárcel había cambiado, que juntos con otros presos estaban trabajando, que tenían un proyecto de rehabilitación y que querían darlo a conocer.
Ese fue el hoy lejano inicio de Desde adentro, un documental uruguayo dirigido por Vasco Elola y con producción periodística de Villaverde, quien además es su esposa.
Siguiendo con una horma de lentitud muy propia del cine uruguayo, ocho años después y luego de un arduo proceso de filmación y de edición (con la obtención de varios de los fondos locales e internacionales para bancar su producción), la película ve la luz hoy, en un preestreno, y el próximo jueves se estrenará comercialmente.
El disparador inicial fue ese impulso de organización laboral por parte de los presos en un contexto muy complejo. Luego de que la periodista realizara un informe para la radio que se escuchó en la cárcel, se generó un vínculo que hizo posible registrar ese proceso.
Se lo propuso a Elola, que aceptó enseguida, pero con la condición de que Villaverde se ocupara del trabajo de investigación y producción, junto a Mario Jakob como productor ejecutivo. De esta forma comenzó a andar Desde adentro.
"La de Canelones es una cárcel de máxima seguridad. Sin embargo, los presos allí desarrollaron talleres de herrería y carpintería para fomentar los hábitos de trabajo dentro de la cárcel", dijo Villaverde a El Observador.
Ante un proyecto tan extendido en el tiempo, la constancia fue un factor fundamental. Hubo días en que parecía que nada avanzaba, que el proyecto se hundía, que los presos no colaboraban, que volvían con las manos vacías. Pero luego renacía el entusiasmo, porque las historias comenzaban a tomar forma.
Durante todo 2005 y parte de 2006, Villaverde estuvo concurriendo a la cárcel, sin cámaras, en una etapa que denominó como de "madrina".
El marco político en que se desarrollaron los proyectos fue la gestión del polémico ministro José Díaz, al inicio de la administración Vázquez, cuando elevó un proyecto de ley que por cada día trabajado de los presos se conmutaban dos días de condena. "Esto entusiasmó a los presos a trabajar", recordó Villaverde.
Con el tiempo, los proyectos de los internos se diversificaron: una chacra, una bloquera, una panadería.
La filmación comenzó a fines de 2006 y se desarrolló hasta octubre de 2009.
Entre 2010 y 2012 se editó la película. Una de las dificultades de la edición (proceso que duró casi dos años) fue la cantidad de material total de filmación "en bruto". "Teníamos unas 60 horas que quedaron reducidas a 87 minutos", explicó Villaverde.
"Como fuimos a registrar un proceso, no teníamos guión. Durante ese tiempo asistimos a lo que las personas iban haciendo, con todos los vaivenes del tiempo", agregó.
De lo filmado, los responsables de la película tuvieron que elegir las mejores historias.
La película se centra básicamente en el testimonio de dos reclusos, quienes llevaban adelante los proyectos en la cárcel. Pero un elemento que se considera en el relato es el rol que cumplen los policías, que también están físicamente encerrados tras los muros de la cárcel. (EL OBSERVADOR/O2/ 05/08/2013/Página 15)
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Eduardito -