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EL CORRESPONSAL

10.000 dólares por él

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URUGUAY, CANELONES, El Pinar (www.elcorresponsal.com.uy) La violación de una adolescente de 14 años, de origen malayo, sembró psicosis en padres y liceales de El Pinar y motivó que la Policía recibiera múltiples denuncias sobre el avistamiento del presunto autor, de quien se difundió un identikit.

La violación de la menor ocurrió a pocos metros del chalet donde ocurrió un triple crimen el 5 de agosto de de 2012. Foto: Foto: Ariel Colmegna

Ayer dos individuos, muy parecidos al retrato proporcionado por la Prefectura y la Policía a los comercios de El Pinar, fueron interrogados por el juez de la Ciudad de la Costa, Juvenal Javier. Los dos sujetos fueron detenidos por la Prefectura, ya que la violación se consumó en los médanos del balneario canario, frente a la casa donde el 5 de agosto de 2012 ocurrió un triple homicidio.

El miedo se observaba ayer en los rostros de las adolescentes que caminaban por la avenida Pérez Butler de El Pinar, conocida como "El Hormigón".

"Teníamos que comprar materiales para el liceo y nuestros padres no nos dejaron salir solas. Ellos tienen miedo y nosotros también", dijo Eugenia G., de 14 años.

Su compañera, Florencia U., también de 14 años, agregó: "el tema de la violación de la chica está mucho en las redes sociales. Allí se dijo que intentaron violar a otras dos chicas".

A las 8.30 horas del viernes 10, la adolescente, que posee la doble nacionalidad malaya y mexicana -ya que sus padres residieron en el país azteca- se dirigía con su hermano desde su casa hacia el instituto de enseñanza IPED, ubicado sobre la avenida Pérez Butller. La menor se olvidó un cuaderno y su hermano se ofreció a ir a buscarlo.

En la esquina de las calles Precursores y 19 de Abril, la joven se quedó esperando. Dos minutos después, un desconocido de barba, con cabellos de color castaño oscuro y oscura tez, la abordó.

Tras amenazarla con una sevillana, la condujo por la calle 19 de Abril hasta unos médanos ubicados a 100 metros. El violador y su víctima ingresaron por una senda y se internaron en los médanos.

Luego de consumar el ataque, el violador se dio a la fuga. La adolescente caminó varios metros y pidió ayuda.

El individuo no sabe que su rostro quedó grabado en una cámara de seguridad de una de las últimas casas de esa cuadra. La Policía trabaja sobre el video y, además, posee muestras de ADN del atacante.

Recompensa. Hacia sólo dos meses que la familia de origen malayo-mexicano se había asentado en una vivienda en el balneario El Pinar. El padre, ejecutivo de una multinacional radicada en México, tiene como misión establecer una filial en el Polo Tecnológico de Pando.

La empresa ofreció una recompensa de entre US$ 5.000 a US$ 10.000 por datos que ayuden a capturar al violador.

Antes de llegar a Uruguay, la familia vivió 20 años en México.

Denuncias. La Policía niega que existan otros casos de violación en el balneario. Sin embargo, la psicosis se expande como un gas venenoso. En dos horas, cinco personas concurrieron ayer a la Seccional 17° de El Pinar para denunciar que habían visto al hombre del identikit en distintas zonas.

"Queremos colaborar con la Policía para que atrapen a ese desgraciado", señaló un denunciante de unos 45 años y con avanzada calvicie.

En un almacén ubicado a unos 100 metros del centro de estudios privado donde concurre la adolescente violada, un cliente comentó que una liceal del mismo centro le dijo que el lunes 13 había visto al violador merodeando por la zona.

"Le pidió plata y ella le dio galletitas. Tiene más pelo que en el identikit elaborado por la Policía", dijo el cliente a El País.

 Además de ver al supuesto violador detrás de cada columna o árbol, los padres de los liceales y de los centros de inglés del balneario extremaron las medidas de seguridad. La mayoría lleva y trae a sus hijas a los institutos o las obligan a trasladarse en grupos.

Silvana Otero, madre de liceales que concurren al mismo instituto privado, dijo que los padres tienen mucho miedo. "Yo ando con cinco chicas en el auto", dijo.

Patricia Fagúndez, madre de dos liceales, cuenta que su hija siempre sale acompañada cuando no puede ir a buscarla. "Pero su hermano quedó muy sugestionado con la violación. El otro día su hermana no llegó en hora y me llamó preocupado al trabajo. Hay miedo y hay bronca porque la violación ocurrió a pleno día", explica.

Investigación. La calle de balasto termina en el arroyo Pando. A unos 100 metros antes de finalizar, hay una hectárea de pinos y mugre. Allí tenía su toldería un sujeto cuyas ropas coinciden en un 100% con el identikit del violador elaborado por la Policía, señaló una comerciante a El País. "Ese sujeto venía a pedir frutas y algo de comida. Pero su cara es distinta a la del identikit. También su mirada es distinta", agregó.

Según la comerciante, ese individuo tiene un acento brasileño y ello hace pensar a la Policía que podría ser el violador, ya que la joven dijo que el individuo que la atacó tenía una forma extraña de hablar.

El desconocido de la toldería desapareció de la zona. Donde tenía su improvisada carpa sólo quedan restos de ramas rotas de eucaliptos, trozos de nylon y cenizas en el suelo.

Fuentes policiales indicaron a El País que esa persona está requerida por la violación de la adolescente. Además deberá responder por una acusación de atentado violento al pudor, ya que en cierta oportunidad exhibió sus genitales a una vecina del lugar.

Expedientes abiertos. No se trata del primer caso. "Siempre hubo exhibicionistas y violadores en El Pinar. Estoy hace 26 años y mis hijos han corrido a exhibicionistas. Las chicas en el verano no pueden bajar solas a la playa", afirma María R, de 56 años.

Los registros de la Policía señalan que el último violador que asoló la zona data de hace seis años y fue atrapado. Es posible que ese sujeto esté en libertad, dicen los vecinos.

En noviembre de 2001, la Policía de Canelones atrapó a un violador serial de 18 años que había atacado sexualmente a trece mujeres. Ese sujeto utilizaba una navaja para atemorizar a las muchachas y luego las llevaba a los médanos.

En julio de 2004, la Policía canaria detuvo a Mario Quintana por violar a varias estudiantes del Liceo N° 1 de Solymar. El delincuente, que hoy tendría 35 años, contaba con antecedentes por atentado violento al pudor en 1998 y 2002. La Policía busca a un individuo de entre 28 y 32 años, según reza el identikit policial.

La Policía está analizando todos los casos de violadores capturados en el pasado para cotejarlos con ese caso. (EL PAIS/ CIUDADES/SEGUNDA SECCION/ 15/05/2013/ Página 2)

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