Pueblo Abayubá: reclamos de la gente de un barrio canario
LA PAZ (twitter: @elcorresponsal) El Pueblo Abayubá cumplirá el próximo 5 de octubre 139 años de vida. Está situado en el límite del departamento de Canelones y Montevideo junto al puente de La Paz. Actualmente tiene una población de 3.000 a 4.000 personas. Los vecinos de Abayubá están preocupados por el estado de las calles del barrio, la falta de alumbrado público y más espacios recreativos para los niños de la zona. También piden que se resuelva el problema del paso a nivel del ferrocarril porque en cualquier momento puede haber un accidente.
Es un barrio de obreros, donde la mayoría de sus habitantes son propietarios de las viviendas que habitan. Una recorrida del diario LA REPÚBLICA permitió conocer la opinión de la gente y sus necesidades, y adentrarnos un poco más en su realidad cotidiana.
Mariela Méndez, vecina consultada por “La voz de la gente” se mostró disconforme con los logros alcanzados por el barrio. “Acá se ha logrado muy poco. Hay que arreglar muchas cosas, como las calles, el alumbrado y mejorar la seguridad. Además, la escuela del barrio debería contar con más salones, o en su defecto deberían construir otra. Son muchos los niños que viven en Abayubá y en los alrededores y concurren a la única escuela que tenemos. Ellos necesitan más comodidad, más salones. Otra cosa que hace falta, es un gimnasio para realizar diversas actividades, que son tan necesarias. Así se incentivaría a los niños y jóvenes para que practiquen deportes”, expresó.
María Abreu vive en Pueblo Abayubá desde hace más de 40 años. Para ella, este es un barrio súper tranquilo. Está muy conforme en vivir aquí, pero entiende que “como todos los barrios, tiene sus necesidades. Tenemos un buen servicio de ómnibus, una policlínica, una escuela. Aunque no tenemos liceo, y nuestros hijos deben concurrir al liceo de La Paz. En lo que refiere a comercios, no tenemos tampoco grandes supermercados, y nos surtimos en La Paz.Y en cuanto a salud, tenemos dos hospitales en los cuales podemos asistirnos. Uno es el Hospital Saint Bois, y el otro, es el Hospital de Las Piedras”.
Juan Carlos Ramírez es un viejo vecino de Abayubá y para él hay un tema central que debe resolverse cuanto antes: el paso a nivel del ferrocarril. “Ahí en cualquier momento puede ocurrir un accidente”, señaló “Este es un barrio tranquilo. Las necesidades, a mi juicio, no son muchas, aunque algunas de ellas sí sumamente importantes. Habría que mejorar las calles y el paso a nivel del ferrocarril. Lo que tampoco tenemos son fuentes laborales. A partir de La Maltería, no hay nada más. Ello sería sumamente necesario para quienes vivimos en Abayubá”.
A juicio de Valentina Curbelo, una de sus preocupaciones es la “falta de iluminación en el barrio. Tampoco tenemos saneamiento, servicio que constituye una imperiosa necesidad. Además, por el tema de la inseguridad es necesario una buena iluminación. Mejorar las calles y tener un lugar cerrado para que los niños, puedan hacer algún tipo de actividad deportiva”.
“Casona de Abayubá”: cultura y entretenimiento para todos
La Casa de la Cultura del Pueblo Abayubá, más conocida como “La Casona de Abayubá”, es el centro neurálgico de las actividades culturales y recreativas del barrio. Pertenecía a la Intendencia de Montevideo, pero desde hace seis años es gestionada por una comisión de vecinos, que trabaja en forma honoraria.
Esta comisión logró subvencionar la Personería Jurídica, que obtuvo gracias a la “venta de tortas fritas”, actividad que realizaban dos veces a la semana.
“A este edificio hubo que refaccionarlo todo, porque se llovía. Estaba en condiciones no muy adecuadas de habitabilidad. Poco a poco se fue mejorando. Todo lo que logramos, lo invertimos acá”, dijo José Grajales, uno de los integrantes de dicha comisión.
Se dictan alrededor de 40 cursos, como computación, peluquería, panadería, carpintería, tapiz, guitarra, ballet e inglés, entre otros. El costo mensual de los mismos es de 200 pesos Concurren unos 300 alumnos anualmente, que proceden de distintas barrios de nuestra capital. La Intendencia de Montevideo apoya distintas actividades que se desarrollan durante el año, con el aporte de artistas y diferentes números musicales.
El gimnasio cerrado: un sueño a punto de cumplirse
El sindicato de Maltería, industria fabril que ha marcado su impronta en el barrio, donó el terreno para la construcción de un gimnasio comunitario en Pueblo Abayubá. Alfredo Aguilera, presidente del gremio, explicó a LA REPÚ- BLICA: “Después del conflicto del año 87, quedó un dinero que fue donado por el barrio, por la gente.
El sindicato de la empresa Maltería resolvió invertir ese dinero comprando un terreno para levantar su local gremial”. El dirigente agregó que en uno de los Presupuestos Participativo el gremio decidió presentar un proyecto que incluía la construcción de un gimnasio cerrado, comunitario, en el terreno propiedad de los obreros de la fábrica.
“Fue así que decidimos donar el predio al barrio, para que la escuela, el club de fútbol Abayubá, la gente de la tercera edad y los jóvenes tuvieran un lugar cerrado para realizar todo tipo de actividades”. En un primer momento la propuesta quedó en quinto lugar. Igualmente se comenzaron las obras, y en un Presupuesto posterior se volvió a presentar el proyecto que, esta vez salió aprobado en primer lugar.
“Ello permite que este año se retomen las obras y quede concretado finalmente el proyecto”, dijo Aguilera. Destacó el trabajo y esfuerzo realizado por los vecinos, la capilla Domingo Savio, docentes y padres de la escuela Nº 224, y otras instituciones que posibilitaron que la propuesta presentada tuviera andamiento, y que Pueblo Abayubá, ahora sí pueda contar con un gimnasio cerrado.
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