Comeca, a un paso del cementerio
CANELONES (8449) Con el titulo "Comeca a un paso del Cementerio" Boelia Núñez de Aguas Corrientes, publica un estremecedor relato de como su padre entró a Comeca para operarse un nódulo y terminó muerto de un infarto. (*)
El título "Comeca a un paso del cementerio", "no es una ironía, ya que la cooperativa médica de Canelones (Co.me.ca.) se encuentra a una cuadra del cementerio de Canelones" pero acepta que "tiene un doble sentido"
"Cuando uno entra allí, se encuentra con un centro de salud, lleno de enfermos y familiares fastidiados, que ingresan, se registran y se entregan al primer médico, que siempre apurado intenta o casi intenta aliviar el dolor de un corazón o mejor dicho de una cola de corazones que esperan, ni saben que.
En la capital del departamento canario se encuentra Comeca, un centro de salud equipado con aparatos avanzados y un sanatorio modelo, lujoso a los ojos del usuario, que deposita allí nada menos que su vida, un centro manejado por médicos con el símbolo de pesos en la frente y siempre con poco tiempo.
Por un momento pensé que mi padre estaba a salvo, pues las posibilidades de extirparle un tumor de 2 cm. ubicado en la laringe eran muchas. Sólo lo perturbaba la idea de quedar con una traqueotomía de por vida, pero que mas da pensó, un hombre de 58 años con 4 hijos y un montón de nietos por disfrutar, le daban la energía suficiente para luchar contra el fantasma del miedo.
Al fin logramos que ingresara caminando a someterse a dicha cirugía, con la familia entera dispuesta a apoyarlo y a cuidarlo el tiempo necesario, no sin antes pasar meses de estudios análisis, cada uno a un costo monetario por supuesto, porque en Comeca como en todas las sociedades médicas privadas cobran hasta la cantidad de oxígeno que le suministran a un paciente.
Eran estudios que la sociedad programaba para fechas lejanas, pues el médico decía que era urgente y la sociedad le programaba estudios para el 3 de febrero cuando estábamos a 20 de diciembre.
Mi padre pagó la cuota mutual durante 40 años casi sin usar el servicio. Luego de una lucha titánica para apurar las cosas logramos que el jueves 20 de enero ingrese caminando a internarse.
Le dieron una cama al lado de un abuelito muy mayor ya desahuciado que no paró de gritar durante toda esa primera noche, cosa que no ayudaba para nada sicológicamente a mi padre y habiendo tantas salas vacías y habiendo pagado 40 años la cuota al día, mediante otra lucha, logramos que lo cambiaran de sala.
Pasaban las horas nadie venía a verlo, la doctora que no estaba de licencia se tenía que ir de apuro, es una fecha mala nos decían, claro hay gente que se le ocurre enfermarse en enero, sólo alguna enfermera pasaba y alguna nurse como de paseo nomás. Sobre la marcha le detectan un foquito de neumonía en un pulmón que le llevaría máximo dos días curarse a base de antibióticos. Fueron 2 días crueles que terminaron siendo una tortura.
Nadie le hizo un seguimiento para verificar la eficacia de los antibióticos teniendo en cuenta que el dolor era cada vez mayor, como también la dificultad para respirar.
Días de calvario...papá solo quería dormir, el día sábado surgió un episodio.
La situación no daba para más y los llamados en la enfermería de parte de nosotros eran cada vez mayor...¡¡ya vamos enseguida!!...nunca venían, si lo hacían era para decirle...¡ya se le va a pasar quédese tranquilo! era imposible.
Fue difícil para nosotros los hijos ver a mi padre al borde de la asfixia y mi hermano golpeando las paredes hasta romperlas...claro de esa manera apareció la famosa doctora de puerta (única doctora que cumplía la función de atender pacientes en la emergencia y también todos y cada uno de los pacientes de todas las salas) dicho por la propia doctora que se justificaba por la gran demora, entendible pero nada lógico.
Fueron 40 años pagándole a Comeca que tiene ¿un solo médico en todo el centro de salud? ¿quién es el culpable?. Sólo nos interesaba que lo atendieran a costa de cualquier pared rota o de nuestra propia vida. Lo trasladan a CTI. Las últimas palabras que escuchamos de papá era la gran afirmación de que se quería hacer aquella traqueotomía que tanto le había costado aceptar.
Estaba desesperado, un gran beso y un te quiero mucho, surgió de nuestras bocas, ahora estaría a salvo en terapia intensiva, suspiramos, nos abrazamos como si llegáramos a la meta final.
Esperamos casi 3 horas y media...mis hermanos y el tío, su hermano; todo el tiempo nos preguntábamos el por qué de la demora ya que la traqueotomía sólo les llevaría media hora máximo...al abrirse aquella puerta como despavoridos corrimos a recibir la tan esperada noticia...¡logró salvarse, casi lo perdimos! Sufrió mucho, no pudimos darle anestesia, la infección habría crecido al punto de tomarle todo el pulmón.
No entendemos porque esperaron tanto para trasladarlo al CTI, y hacerle la traqueotomía para conservarlo oxigenado hasta el día de la operación principal (extirparle el tumor) ahora sólo queda esperar que la infección baje con nuevos antibióticos.
La falta de oxígeno provocada por la demora de aquella doctora sumamente ocupada le dejaría secuelas en su cerebro y quien sabe como despertaría. Dos veces al día salen a dar el tan esperado informe en el cual cada uno de nosotros depositábamos toda la fe. Nada variaba está grave pero estable, su infección está controlada.
Entrábamos a verlo dos o tres veces al día, allí estaba, tubos y más tubos, completamente sedado, descubrimos que el aparato más importante del cual rescataban la información de su presión y pulso, etc...estaba roto y no se habían dado cuenta.
Teníamos razón al desconfiar. Compartíamos la sala de espera con familiares y las experiencias de cada uno, percibiendo la gran desconformidad con la atención al paciente.
De la puerta de al lado salían las mamás que acababan de tener familia ¿cómo es posible que estén mezcladas las dos puertas más importantes de todo el centro de salud, con el aire estaba cargado de infecciones y virus (dicho en confianza por personal del centro).
La noche del lunes, papá aún sedado completamente, reaccionó. Llorando mi hermana mayor le susurraba en el oído que no se preocupara, que estábamos todos juntos, afuera, esperándolo. Que de esta iba a salir, que sus nietos estaban ansiosos por verlo.
Todo se repitió con mis hermanos varones los cuales sintieron un pequeño apretón de mano como símbolo de agradecimiento por cumplir con nuestro gran deber de cuidarlo hasta las últimas consecuencias. Creímos que estaba mejorando, que despertaría y que con su mirada nos trasmitiría esa tranquilidad tan esperada.
El lunes a las 7 y 10 de la mañana se abrió aquella puerta. Preguntan por los familiares de Núñez. Estaba mi hermana mayor fuerte como un roble esperando la noticia que nos aliviaría el alma, la que esperábamos hacia mucho tiempo y la que nos llevaría a la máxima felicidad... nunca la oímos.
La cara de la doctora que no expresaba nada en su rostro, acostumbrada a dar este tipo de noticias. Se dirigió a ella y con una simple oración, que se convirtió como un puñal en su alma, dio la peor noticia y que jamás hubiese querido darnos...le comunicaba que... papá había fallecido de un infarto, por cansancio y debilidad.
No quiero imaginar esos minutos en que mientras un hijo espera tras la puerta recibir alguna noticia positiva, del otro lado un padre lucha contra la muerte. Las agallas de mi hermana al tener que darnos tal noticia y al tío, su hermano, no quedaba otra que resignarse y tener que enterrar a su único hermano menor.
Sólo me queda por contarles que la partida de defunción dice que papá habría fallecido de neumonía comunitaria (infección generalizada)...o quien sabe que. Todo el tiempo nos advertían que si bien estaba grave, su infección estaba controlada, entonces ¿¿qué pasó?
Así está todo señores,. Sirven los asociados mientras pagan la cuota y no usan el centro. Cuando les toca entrar... Está claro quienes son los que se enriquecen con la plata de los asociados de las mutualistas privadas.
Son los mismos médicos que son políticos y que gobiernan.
Como el caso del intendente Carámbula, el Dr. Gallo y hasta el propio Tabaré Vázquez con sus clínicas privadas, para curar el cáncer, para ricos y sin ningún tipo de vergüenza se hace llamar socialista, son los mismos (médico-político-empresarios) que pierden plata cuando su negocio, la mutualista, tiene que gastar en el socio, que necesita.
Así está la cosa , pero se ve que más no pueden hacer, son muchas las responsabilidades de estos señores, son a la vez médicos, políticos, empresarios, intendentes, diputados, presidentes.
Tienen hasta que hacer de Dios y de Diablo, y no dude que también tengan acciones en el Cementerio.....a un paso de, Co.Me.Ca.
(*) publicado en el Diario La Juventud, edición del 16/feb/2011. pag. 10)
18 comentarios
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Daniel -
Siempre se ha dicho, es "vox populi", de que esta mutualista tenía una enorme casdena de hechos de ésta indole, hoy alguien lo hace publico, con todo el coraje que ello implica, no es de extrañar que de aqui en mas, aparezca el corporativismo medico a desmentir lo relatado o a decir que las cosas son de otra manera.-
Si como se cuenta en todos los ambitos del departamento, la gente saliera a relatar los hechos que ha muchos les ha tocado vivir, en caso como este, se podría hacer un libro de 500 paginas.-
Vaya mi afecto y comprensión para esta familia, hoy quebrada por el dolor.-
Daniel