La fundacion de la primera ciudad del este uruguayo comenzó en éste pozo

SALINAS (2648) por Rose Green. A pocos metros de la última calle poblada de Salinas, (por la ruta 87, ex Avda Julieta), hay un antiguo pozo de agua con brocal. A poca distancia un depósito de agua tipo tanque "australiano".

El predio esta abandonado. Ni los promotores "turísticos" ni el Municipio de Salinas, se han tomado el trabajo de saber que era de ese pozo en los años fundacionales de la hoy ciudad de Salinas.

De este pozo, que tiene unos 4 metros de profundidad se sacaba el agua a balde, siendo luego en 1949, depositada en el tanque australiano, mediante un motor conectador a una bomba de agua, que por cañerías llevaba el agua desde el arroyo Tropa Vieja.

El pozo y el tanque australiano, son la raíz del balneario. También puede ser un peligro para los niños, que lo encuentren, pues esta sin protección.

El hijo del fundador del Balneario Salinas, Wellington Berenguer, relata en su libro "...se encomendó a Eugenio Gatti (esposo de una de las vendedoras del predio), las primeras plantaciones de pinos”

El hijo del fundador del Balneario Salinas, Wellington Berenguer, relata en su libro "...se encomendó a Eugenio Gatti(esposo de una de las vendedoras del predio), las primeras plantaciones de pinos.

Se hacían por medio de pequeñas plantas de veinte centímetros de altura, criadas en macetas de barro que se conducían al lugar en carretas tiradas por bueyes.

Una vez en el lugar rompían las macetas y enterraban los plantines (en la arena) aún hoy se encuentran restos de macetas en derredor.

Afines de 1939 se encomendó a Andrés Delgado, la plantación de 10.00 pinos al igual que el personal de la compañía con plantas que Berenguer quien las obtenía del vivero de Toledo y de los montes existentes en Carrasco, a raíz desnuda.

Para febrero de 1940 ya existían plantados más de 700.000 pinos, unas 10.00 acacias y unos 1.500 eucaliptos"

Fueron más de 20 años de labor enfrentando los temporales que desenterraban lo plantado. Al final se optó por instalar el vivero dentro del predio y se entregaban macetas con pinos, gratuitamente a los vecinos que compraban un solar.

Eran médanos estériles, que luego se convertían en una hermosa y fructífera quinta, de donde se obtenían frutas y verduras, con los cuidados por el personal en especial don Eugenio Ferrere, que vivía con su familia en los mismos galpones del vivero.

Estos galpones se incendiaron misteriosamente en 1968, junto a toda la maquinaria.

Estos 2 lugares de agua, aun entre el monte, son los abandonados testigos de lo que fueron los cimientos de la hoy ciudad de Salinas, la primera fundada al este del Uruguay.

El interés cultural, histórico y turístico" debería llevar a las autoridades del turismo -nacional o departamental- marcaran este lugar desde donde salió el agua que transformo lo que parecía un desierto de arena.

Se agradece al profesor de historia Gonzalo Castillo, vecino de Piedra del Toro, las fotos tomadas del mentado pozo, para mostrar como esta hoy esta raíz histórica de la ciudad donde vivimos.