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EL CORRESPONSAL

Entre Guarteche y Garcé ¿a cual confiaria usted su seguridad?

Entre Guarteche y Garcé ¿a cual confiaria usted su seguridad?

URUGUAY, MONTEVIDEO (www.elcorresponsal.com.uy) ¿Usted le confiaría su seguridad a los asesores de Luis Lacalle Pou? con este titulo la publicacion Caras y Caretas siembra dudas acerca del Dr. Alvaro Garcé -asesor de Lacalle Pou- y ensalza al ex Jefe de Policia de Canelones, Inspector (R) Guarteche.

'Tal vez en los próximos días la Asamblea General del Poder Legislativo deba considerar la renuncia del comisionado Alvaro Garcé. Imaginamos que los legisladores tomarán en cuenta, para aceptarla, las denuncias que hizo Caras y Caretas en su momento y que los parlamentarios desatendieron.

Alvaro Garcé registra en su historial al menos dos graves enfrentamientos con dos altos jerarcas muy respetados en la Policía: los inspectores Sergio Guarteche y Enrique Navas. Ambos han pasado a retiro después de denunciar fuertemente los sorprendentes pedidos del comisionado parlamentario para el Sistema Carcelario para que se procediera al traslado de conocidos narcotraficantes.

En el caso del inspector Guarteche, en ese entonces jefe de Policía de Canelones, el choque se hizo público en la prensa cuando el oficial insinuó cierta connivencia entre Alvaro Garcé y los narcotraficantes, y el reiterado pedido de Garcé para trasladar a los narcos a unidades carcelarias especiales en mejores condiciones de detención. En esa ocasión, Guarteche afirmó que "Garcé pelotudo no es" y manifestó que donde hay droga, hay dinero, y que cualquier movimiento de los presos vinculados a la droga debía manejarse con mucha prudencia.

Dos de los delincuentes cuyo traslado pedía Garcé en ese momento fueron Luis Alberto Suárez Correa (Betito) y Rodolfo Auscarriaga Caffaro (Tumán Grande).

El primero de ellos fue condenado a quince años de prisión y tiene antecedentes por hurto, rapiña, uso de documentos falsos, porte de armas, tráfico y suministro de estupefacientes, y registra una fuga de la cárcel de Paysandú.

Auscarriaga, por su parte, tiene antecedentes por tráfico de estupefacientes, asociación para delinquir y un delito de violación, y fue condenado por un delito continuado de lavado de activos en calidad de autor.

Lo curioso es que estos dos traficantes son, o fueron en su momento, defendidos por otro asesor de seguridad de Lacalle Pou, el abogado Diego Durand, quien además defiende al hermano de Luis Alberto Suárez, Pablo Esteban Suárez Correa, procesado por copamiento, rapiñas reiteradas y homicidio muy especialmente agravado en el grado de tentativa en el año 2000 y condenado en segunda instancia con pena hasta el 16 de diciembre de 2017. Tiene antecedentes por autoevasión, una fuga de la cárcel de Paysandú en 2005 y un copamiento con toma de rehenes en 2001.

Durand también defiende a Nicolás Alejandro Benítez Correa, condenado a cumplir cárcel hasta mediados de 2016 por rapiña, asociación para delinquir y tráfico de estupefacientes; a Ricardo Damián Cáceres Correa, condenado hasta 2016 por reiterados delitos de suministro de sustancias estupefacientes, especialmente agravado por la participación en un grupo; Eduardo Cardozo, autor penalmente responsable de un delito de tráfico ilícito de estupefacientes en la modalidad de comercialización, al que en la operación Nash se le incautaron marihuana, cocaína y pasta base; y Fernando Mac Eachen Pórtela, también sometido a la Justicia Penal por tráfico ilícito de estupefacientes en las modalidades de importación y negociación.

Se sabe, además, que Garcé había intervenido en el traslado del Penal de Libertad a Cárcel Central, de José Luis Suárez, el más notorio traficante de drogas preso en Uruguay.

También Garcé procuró el traslado de José Bitar y Juan Vargas, que estaban en la cárcel de Canelones. Los dos habían caído con drogas en la operación Arca, en abril de 2008.

Garcé llamó a Guarteche a su domicilio a altas horas de la madrugada para pedir el traslado de estos dos narcos desde la cárcel de Canelones a la de Treinta y Tres. Esa ciudad era, precisamente, donde estas dos personas habían comenzado su carrera delictiva. Guarteche hizo averiguaciones y comprobó que en la cárcel de Treinta y Tres no sabían nada.

La doctora Durán, secretaria de Garcé, le explicó al inspector Luis Alberto Suárez, subjefe de Policía canario, en qué consistía el plan:

"Se llevaba a los dos narcos hasta la ciudad de Minas, allí se hacía el trasbordo y los detenidos, ya en poder de la Jefatura de Treinta y Tres, serían trasladados a su detino final. Ya en Treinta y Tres tendrían contacto fluido con su familia".

Pero a Guarteche el plan le pareció sospechoso:

1. La Jefatura de Treinta y Tres, no sabía nada.

2. Los presos volvían a su lugar de origen, muy cerca de la frontera con Brasil.

3. Era mentira que tenían familiares en Treinta y Tres. Habían presentado datos falsos (el domicilio de un vecino y el teléfono de otro).

4. No había una explicación convincente de por qué ir hasta Minas y trasbordar allí.

"Se parece mucho a un plan de fuga", nos decía Guarteche aquella tarde en que los policías lo esperaban en la puerta de la Jefatura de Canelones para aplaudirlo por haber denunciado la gestión del comisionado. "Los traficantes tienen poder, manejan dinero, presionan adentro y afuera, manipulan", continuaba mientras se ponía la chaqueta' (en base a CARAS Y CARETAS/ CARTA DEL DIRECTOR/ 07/11/2014/ Página 5)

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