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EL CORRESPONSAL

¿Hay cocardas del Prado 2018 ganadas por canarios?

¿Hay cocardas del Prado 2018 ganadas por canarios?

URUGUAY, CANELONES, (www.elcorresponsal.com.uy) La historia del premio que le quita el sueño a los cabañeros: las cocardas. Susana Claudio, secretaria de la Sociedad de Criadores de Corriedale, es la artesana que desde 1985 elaboró -una por una- decenas de miles de cocardas utilizadas para premiar a los mejores reproductores. Todos los cabañeros que exponen animales en la Expo Prado sueñan con ganar cocardas. Obviamente la tricolor, la que distingue al Gran Campeón, es la más buscada. Pero todas, cada una de las 10 que hay para identificar a cada premio, son queridas. Algunos las cuelgan sobre la chimenea de la estancia, otros la colocan en cuadros con la foto del animal que la conquistó, muchos las regalan a los cuidadores de los animales, otros se las dan a sus hijos o nietos? pero todos las anhelan y pocos, muy poquitos, saben que atrás de cada cocarda está una dama, Susana Claudio.
Claudio, secretaria de la Sociedad Criadores de Corriedale del Uruguay (SCCU), lleva 35 años en esa función en la gremial de la principal raza ovina nacional y desde 1985 es quien hace las cocardas, una por una y lleva decenas de miles fabricadas. Durante un par de horas El Observador averiguó qué hay atrás de las famosas cocardas, cucardas o escarapelas de la Expo Prado, en una charla que se interrumpía constantemente porque Susana, una todo terreno, debía repartir chalecos a los cabañeros, conseguir entradas para expositores, distribuir catálogos con los datos de los reproductores que debían ser jurados, atender a los jurados y directivos y tener listos los premios.
"Empecé a trabajar en la gremial del Corriedale en 1983, en medio horario que quedó disponible cuando mi hermana (Marta) que trabajaba todo el horario en la gremial se recibió de ingeniera agrónoma. Antes, recordó, trabajaba en algo que tenía poco que ver con el agro: en una empresa dedicada a la venta y reparación de turbos para motores.
Ruben Echeverría, ex presidente de la ARU y de la SCCU, cabañero experiente e incluso expositor este año del Gran Campeón Corriedale PO, dijo que Susana "es un baluarte de la gremial, es muy querida, es una institución en el Corriedale", admitiendo que "los presidentes pasan y ella siempre está, ha conocido y ha ayudado a varias generaciones de corriedalistas".
Nacida en Tala, Canelones, hoy Susana vive en Montevideo con su familia, con la cual dirigen un pequeño establecimiento rural en Cañada Cardozo (Canelones), con un emprendimiento avícola, engorde de vacunos en pequeña escala y siembras para alimentación de esos animales. Tiene dos hijos varones, uno recibido de técnico agroindustrial y otro estudiando ingeniería informática.
Sobre cómo se inició esta historia de 33 años haciendo cocardas, recordó que en el año 1985 "por primera vez participé en la licitación que hizo la ARU, cuando me invitaron desde la Oficina de Exposiciones donde estaban la doctora Mabel Serna y el jefe de exposiciones Carlos Thode y gané". Era otra época. "Se hacían también una por una porque no hay una máquina para esto (las máquinas son, en todo caso, las manos de Susana). Utilizaba en aquellos años tela de paño y las letras de ARU se pegaban una por una y se hacían como 5.000 por año".
Susana hizo, aunque no tiene la cuenta exacta, decenas de miles de cocardas. Solo no las hizo en algunos años en los que la ARU optó por traerlas desde fábricas de Canadá y Brasil. Pero esas experiencias no perduraron y Susana volvió a hacerlas y ya lleva 20 años al hilo, más o menos.
Para la Expo Prado le encargaron 2.500. Empezó en junio y le llevó tres meses completar la labor. Ella cosió a mano y la ayudó una amiga, una joven modista que usa máquina de coser. "A mí me gusta más hacerlas a mano, me entretengo, lo disfruto, no lo tomo tanto como un trabajo y lo hago de noche, en los ratos libres", contó.
Para hacer las cocardas, utiliza cinta de seda, hilo de coser y el hilo que se coloca en cada cocarda para por atarla al vellón, a la correa del cabezal del animal si es vacuno o equino o a la jaula si es un conejo o un ave, también fieltro para la base y PVC para la tapa donde va el escudo de la ARU.
Son 10 distintas, variando el color o la combinación de colores para identifica a cada premio. La tricolor (rojo, azul y blanco) es para el Gran Campeón. Otra tricolor (rosado, celeste y blanco) es para el Reservado Gran Campeón.
"Es un trabajo artesanal, requiere paciencia y con el paso de los años obviamente vas mejorando los procesos", admitió, a la vez que destacó que si bien la cocardas para la ARU son lo que le demandan más tiempo, ha hecho trabajos para exposiciones ganaderas del interior, para muestras equinas de Criollos y Árabes, para el Kennel Club, para el club de los Cimarrones y para el club de los ovejeros alemanes (SVU) y hasta para el Garden Club de Mercedes. Hizo cocardas, pero también escarapelas y bandas especiales.
"Las cocardas simbolizan, para quien la gana, un premio al trabajo y la inversión de muchos años, por eso los cabañeros las guardan como un tesoro", dijo Mario Grandal, jefe de exposiciones de la ARU, quien aconsejó a la gente que al recorrer los grandes galpones presten atención a los baúles donde los cabañeros guardan sus cosas, porque allí suelen tener colgadas como trofeos las cocardas acumuladas en los años que llevan concurriendo a la Expo Prado. "Algunos tienen un montón, otros una sola y algunos siguen soñando con ganar la primera", comentó.
Susana es de bajo perfil. Hubo que convencerla para que aceptara la nota y no fue fácil. Ni modo de sacarle una foto. "Los protagonistas son ellos", dijo, señalando a la pista donde estaban los animales y los cabañeros. Y las cocardas, claro.
"Yo disfruto mucho cuando veo que un cabañero recibe la cocarda que hice y la pone en su carnero o en su oveja, la gran mayoría no sabe que yo los hago, solo los que están cerca de mí, pero me da mucha alegría ver que las quieren, las guardan, las cuidan y sé que es un premio al esfuerzo que durante años hacen los cabañeros y sus equipos en cada establecimiento, por eso me da orgullo y sé que es una gran responsabilidad", concluyó, poco antes de pasarle una de sus cocardas a uno de los secretarios de pista. (Por Juan Samuelle - twitter.com/juansamuelle AGROPECUARIO SUPLEMENTO DE EL OBSERVADOR) | CONTRATAPA | 14/09/2018 | Pag. 16)

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