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EL CORRESPONSAL

CTI canario ocioso, el lujo de la miseria

URUGUAY, CANELONES CAPITAL (www.elcorresponsal.com.uy) Un CTI completo está cerrado hace un año en Salud Pública en Canelones. La sala está toda equipada, pero carece de personal; usuarios juntan firmas

Una sala de CTI permanece cerrada, con olor a nuevo y sus camas empaquetadas prontas para ser usadas. A pesar de recibir unos 60 pacientes complejos por día en la puerta del hospital de Canelones, esta sala de cuidados intensivos está trancada con llave hace más de un año, sin que nadie pueda ingresar.

Una foto de el exministro Jorge Venegas tras una visita que realizó en abril del 2012 dejó expuesta esta realidad (ver foto), aunque las autoridades de la Administración de Salud de Servicios del Estado (ASSE), así como de la Junta Nacional de Salud (Junasa) sostienen que la planta está vacía.

Seis camas con barandas incluidas y equipamiento necesario para atender a pacientes, así como una adicional con dotaciones específicas para diálisis, ocupan la sala construida hace 10 años para ser puesta en funcionamiento.

Según dijeron a El Observador fuentes del ámbito de la salud, tras la construcción del nuevo hospital departamental, en el año 2000, se creó la planta al fondo de la sala de emergencias, destinada a montar el CTI que sería puesto en funcionamiento a la brevedad.

Poco después la embajada de España en Uruguay donó equipamiento para que se habilitara, pero luego desapareció, lo generó una investigación administrativa por parte de la sede diplomática, que aún está en curso.

Entre 2010 y 2011, se trajo el nuevo equipamiento que hoy permanece sin uso y se puede observar en la sala de emergencias, que sobre la entrada a un pasillo un cartel indica CTI. Todo estaba dispuesto para inaugurarlo, e incluso el expresidente de ASSE, Mario Córdoba, visitó el lugar previo a su renuncia el 5 de agosto de 2011, y dio los lineamientos para ponerlo en funcionamiento, junto a la directora del hospital.

A pesar de las reiteradas consultas por parte del movimiento de usuarios y una recolección de firmas de por medio para que se habilite el CTI, la gerenta general de ASSE, Alicia Ferreira, dijo: "Dotarlo de recursos humanos en este momento no es posible, y se resolvió hacer un convenio de complementación con actores privados en la región para resolver el problema. No necesariamente teniendo un CTI en el lugar solucionamos el problema".

Esta conclusión surgió a raíz de un análisis de viabilidad que hizo la institución donde se dedujo que no era posible habilitarlo desde el punto de vista de las líneas de inversión.

Por lo tanto, hoy el único centro de este tipo que hay en la capital del departamento es el de la Cooperativa Médica de Canelones (Comeca), que ampliará su sala de CTI, donde instalará 14 camas, de las cuales tres serán destinadas a ASSE.

Según datos de la Asociación de Funcionarios de ASSE, la institución paga a las mutualistas unos $ 70 mil (US$ 3.733) diarios por cama de CTI alquilada con la atención incluida. Mientras que en Canelones se pagan US$ 1.800 por cama sin asistencia médica.

Por otra parte, un médicointensivista cobra unos $ 500 por hora mientras que una enfermera de esta especialidad percibe $ 120.Por lo tanto, con el dinero volcado por ASSE cada mes a los privados, se podrían pagar 308 horas de trabajo de enfermería o 74 de médicos intensivistas.

El presidente de la Junasa, Luis Gallo, oriundo de Canelones, explicó que se realizaron dos llamados de médicos para el CTI y quedaron vacantes. Gallo es cirujano y trabaja en Comeca y en Crami, otra mutualista del departamento, y en el hospital Pereira Rossell. (EL OBSERVADOR/ ACTUALIDAD/12/04/2013/Página 3)


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