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EL CORRESPONSAL

Julio Sánchez Padilla: todo lo que he querido hacer en mi vida, lo hice

URUGUAY, CANELONES, Santa Lucia (www.elcorresponsal.com.uy) En la familia le dicen Polo. Tiene 80 años, cuatro hijos, cinco nietos y un bisnieto. Y desde el verano usa barba.

-Salvo ser intendente de Canelones, ¿le faltó cumplir algún proyecto?
-Todo lo que he querido hacer en mi vida lo hice. No cambio mi vida. En caso de una reencarnación, que espero que no ocurra,pobre la gente la que me tenga que bancar si reencarno, repetiría exactamente las mismas cosas. Haría lo mismo. He sido, soy, un hombre muy feliz.
-¿No se arrepiente de nada?
-No me arrepiento de nada, de nada. Porque lo que hice mal fue por alguna razón.
-¿Las perdidas no las cuenta?
-No. ¿En qué sentido? Mire, en 1980 era un pobre rico. El 16 de julio de 1980, cuando firmé la compra de CITA, pasé a ser un rico pobre. Y me llevó 30 años levantar la compañía, que afortunadamente hoy, dirigida por mi hija Claudia, está en un momento espléndido. Pero fueron años duros, durísimos. Tengamos en cuenta que en aquella época, en pleno gobierno de facto, no se permitía la importación de ómnibus.Teníamos que arreglarnos como pudiéramos, eran cajones con vidrios. Hoy la flota es algo estupendo. Tenemos 70 ómnibus y la verdad es que a cual está mejor. Tuve que trabajar de la mañana a la noche y de la noche a la mañana, 24 horas al servicio de la causa.

Extrovertido, polémico, pasó por el básquet, la política y el mundo empresarial,y mientras tenga fuerzas seguirá con su programa Estadio Uno, récord mundial de continuidad.
El diario de papel no tiene (todavía) audio ni video. Pero el lector conoce al personaje y entonces podrá imaginar las expresiones y los tonos de voz de Julio Sánchez Padilla en sus respuestas.
Por ejemplo, cuando dice "no me arrepiento de nada, de nada" y en el segundo "nada" sube unos cuantos decibeles. O casi susurra y sonríe cuando cuenta que la gente le dice "yo soy uno de los ocho". Separa las sílabas con énfasis al decir que algo es "es-pec-ta-cu-lar". Y muestra sorpresa cuando el cronista le pregunta si alguna vez fue introvertido o tímido.
Su voz resuena en la barbacoa del fondo de su casa, a la vez su museo y su escenario. Allí están los recuerdos de cada viaje, las fotos de su trayectoria, los reconocimientos recibidos, sus colecciones y también graba allí cada lunes Estadio Uno, el programa que creó en 1970 y figura en el Libro Guinness de los Récords como la emisión deportiva más duradera del mundo con un mismo conductor. Pensar que comenzó llamándose solo Estadio, al cumplir un año le agregó el "Uno" con la idea de seguir sumándole los años al nombre, pero lo encontró "redondo" y así lo dejó. ¿Cómo sonaría hoy "Estadio 42"?
Hay fotos de su etapa como juez de básquetbol, "el mejor de todos" dice él, porque lo pedían los clubes para los partidos por el campeonato o por el descenso. Otra imagen lo muestra en su pasaje por el Parlamento como diputado, aunque la política le dio muchísimos más disgustos que alegrías. Y por supuesto, está allí su actividad privada, ligada a varias empresas pero por sobre todo a la compañía de transporte CITA. Hoy su trabajo gira en torno a Estadio Uno y a la presidencia de la Cámara del Transporte del Uruguay. Durante cuatro décadas fue además presidente de la Comisión de Fomento de Costa Azul.


SANTA LUCÍA. Sánchez Padilla nació en la ciudad de Canelones, pero la familia se mudó a Santa Lucía cuando a su padre, policía, lo trasladaron a ese pueblo. "Santa Lucía era un pueblo muy especial. La plaza de deportes era el centro de todo. Cuando jugaban Santa Lucía y Wanderers iban 2.500, 3.000 personas. Una cosa espectacular, que te hacía sentir muy bien y a mí doblemente, porque mi padre, con su caballo y dos agentes, se encargaba de todo. Él quería demostrar que con eso bastaba para que fuera una fiesta y no una batalla. Cuando entraba el `Coco` Sánchez con el caballo, que nadie se pusiera adelante. Hoy la ciudad está bastante aplastada", opina. El intendente de Canelones, Marcos Carámbula, amigo suyo también, le propuso que fuera alcalde de Santa Lucía, pero Sánchez Padilla no aceptó.
"Ni soñar", dice, ya lejos de la política activa, aunque enfatiza que sigue siendo colorado. Quiso ser intendente de Canelones. "Intenté por todos los medios llegar y la gente no lo entendió. Hoy me dicen: `Uhh, si fuera...`, pero no fue y ya no es posible". Está seguro de que si él hubiera sido intendente, Carámbula no estaría hoy en el cargo. Un poco en broma, pero más en serio, le pidió a Carámbula que le haga a su antecesor colorado en el cargo, Tabaré Hackenbruch, un monumento con la leyenda "El Frente Amplio agradecido", porque en su opinión "nadie pudo hacer mejor campaña que él para que ganara con tanta facilidad en Canelones".
Critica a muchos correligionarios y con más dureza al gobierno del Frente Amplio. Pero Sánchez Padilla está más allá del bien y del mal: el 26 de setiembre, ediles de todos los partidos le realizaron un homenaje en la Junta Departamental de Montevideo.
BÁSQUET Y FÚTBOL. De su época como árbitro de básquet guarda grandes recuerdos. Por ejemplo, le tocó dirigir en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y Tokio 1964. "Una experiencia inolvidable e inenarrable, porque por más que le cuente no se va a hacer idea", asegura. Pero el cronista puede hacerse una idea (de envidia) cuando Sánchez relata que en esas competencias vio correr al legendario maratonista Abebe Bikila y pelear a Cassius Clay. Y pudo ser juez de fútbol. El dirigente Américo Gil se lo propuso. "Le contesté: `Don Américo, lo quiero mucho, pero prefiero ser cabeza de ratón y no cola de león`. `No, yo lo hago poner rápido en primera división`, me contestó. Peor todavía, porque uno tiene que hacer experiencia y eso no es fácil adquirir más allá del conocimiento de los reglamentos", explica.
-¿Qué le provoca más sarpullido, que le nombren a Juan Carlos López Mena o a Paco Casal, dos personas que usted ha criticado mucho?
-A esta altura no me molesta ninguno porque vivo mi vida a mi manera. Casal le ha hecho un gran mal al fútbol uruguayo, más allá que están todos desesperados por recibir su cuota mensual para pagar los gastos mínimos. Tendremos Tenfield hasta 2021, y yo no voy a estar, hay que tomárselo en broma. Pero otros se lo toman en serio, como el presidente de Liverpool (José Luis Palma). Hay que respetarlo profundamente por sumuestra de hidalguía y de trabajo constante para salir de las garras de quien oprime al fútbol.
-¿Cómo ve hoy a la Selección?
-Estamos en un bache, que reclamo que no sea anímico. Puede ser futbolístico o por otras varias razones, pero que no sea anímico porque todos tienen un temple muy especial, que han demostrado por ejemplo luego de aquel penal contra Ghana, que de una tragedia se transformó en una odisea. Nos quedan siete finales. Con que Suárez haga un gol, uno digo nada más; con que Forlán haga otro y con que Cavani deje de hacer la tarea de enorme sacrificio que está haciendo para hacer otro gol, con esos tres, ¡Dios mío! Solo estoy pidiendo que vuelva lo de antes y ya estamos. El fútbol, con los actuales neutrales, se está encauzando dentro de los niveles que corresponden. La Asociación (Uruguaya de Fútbol) ha pasado a ser propietaria de su Selección, con lo cual hace que esto cambie sustancialmente.
Hace años, una empresa medidora de audiencia le dio a su programa un rating bajísimo, que según los cálculos de Sánchez Padilla, correspondía a ocho televidentes. Pero como mucha gente le decía que lo miraba, nació el eslogan "yo soy uno de los ocho".
-¿Piensa seguir con Estadio Uno?
-Seguimos teniendo televidentes?
-¿Ocho?
-Presumo que son un poco más, pero con los ocho alcanza. Cuando alguien me dice `yo soy uno de los ocho`, eso es hermoso. Mientras tengamos avisadores podemos seguir. Y tenemos dos récords inigualables en el mundo: 42 años con Estadio Uno y 42 con el auspicio de Yerba Canarias. Y hace 22 que está grappamiel Vesubio, de la cual piensan que soy el dueño por mis entusiastas elogios. Yo seguiré hasta que las fuerzas me den. Cuando me dé cuenta de que soy un inútil, voy a decir hasta pronto, mucho gusto, muchas gracias.UNA VEZ EN LAS BÓVEDAS
"Como juez de básquetbol debuté a los 18 años con un Goes- Aguada en menores, que suspendí porque llovía. Una vez tuve un lío descomunal en la cancha de Las Bóvedas, contra Universitario, en tiempos en que dirigía un solo árbitro. El partido fue muy difícil, cobré varios técnicos, algunos a una hinchada que estaba a 50 metros, en los balcones de los prostíbulos que había enfrente. Cuando entré al vestuario, recibí un puñetazo que me hizo volar. Volé, volé? Después tomé una botella y se la rompí en el hombro. El golpe me lo dio `Peta`, un tipo excepcional, muy calentón pero excepcional. Un estibador del puerto. Tan excepcional era que le retiré la denuncia penal para que no lo llevaran preso, aunque a algunos no les gustó que hiciera eso. Tres fechas más tarde me tocó arbitrar un partido que creía fácil en la cancha de Defensores de Maroñas. El presidente del club era el comisario de la zona, por eso estaban todas las garantías habidas y por haber. Pero como Defensores de Maroñas iba perdiendo y yo era inflexible, se produjo un tumulto. Y cuando me di vuelta, era el mismo Peta de Las Bóvedas, defendiéndome a los puños contra los hinchas que me gritaban. Eso me llenó de satisfacción".SUS COSASSus colecciones
Entre las muchas colecciones de Sánchez Padilla, se destaca la de latas de cerveza: tiene más de 3.000 de todo el mundo. Siempre le gustó esa bebida, pero por orden médica ya no puede tomarla. En cambio, cada tanto bebe una grappamiel.Un recuerdo
En su casa tiene una butaca original del Palacio Peñarol, recuerdo de su arbitraje, junto a Juan Miguel Rossini, del partido inaugural del estadio: Peñarol contra la Selección uruguaya de básquetbol, ante 7.000 espectadores en 1955. Otro recuerdo de su época de juez es que dirigió en dos Juegos Olímpicos: Roma 1960 y Tokio 1964.La Copa del Mundo
Sudáfrica 2010 fue la primera Copa del Mundo a la que no pudo asistir, luego de estar en todas desde 1974. En 1950, se enteró del Maracanazo uruguayo como espectador del actor cómico Paquito Busto en el teatro 18 de Julio: "En plena función, apareció Paquito gritando `¡Somos campeones del mundo!` y se terminó todo, fue una locura", recuerda hoy.

  • EL PAIS
  •  DOMINGOS
  • 04/11/2012
  • Página 16

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